Capitulo 21. "Celos"

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-¡Oh Dean!-

-¡Oh Emma!-

-¡Sí!-

-¡Oh Dios!-

-¡Si, así! ¡Oh Dean!-

-¡Jesús, chicos cierren la boca!- me tape los ojos realmente avergonzada. Negué con la cabeza reiteradas veces, fue una mala idea contarles a mis amigas sobre lo que paso con Dean la noche anterior.

Jenna y Sam no dejaban de avergonzarme gritando esa clase de cosas fingiendo que somos Dean y yo.

Sam se carcajeo al igual que Jenna, Teresa no prestaba atención, estaba inmersa en un libro sobre posiciones sexuales. Bien, tengo amigas bastante extrañas. 

-Pues bueno, Emma. Si quieren hacerlo solo háganlo-

-Agh, como si fuera tan fácil- me queje.

Sam rodo los ojos.

-¿Quieres ver videos para que veas lo fácil que es?-

Abrí los ojos como platos.

-No gracias, te quiero Sam-

-Vamooos- Jenna se acostó en su cama mirando al techo –Te gusta, le gustas, estas caliente, él está caliente. ¡Todos ganan!- se levantó de golpe –Oh pero no olvides los condones, esos son importantes- 

Me sonroje nuevamente.

-¡Todavía no sé si lo haremos!- grite.

-Pareces un tomate- Teresa por fin hablo –Bueno, aquí va mi consejo. Hace unos días lo hice con Robert, que noche. Debes hacerlo-

-¡Qué clase de amigas tengo!- extendí mis manos al cielo.

Todas comenzaron a reír en sonoras carcajadas.

Esto sí que sería algo complicado.

-¿Entonces, si?- Theo sonrió en grande por su suplica de que lo ayudara a estudiar. En cualquiera de los casos le hubiera dicho que si  sin dudarlo, pero ahora que vivía con Dean, llevarlo a la casa seria tan difícil. Y no solo por Dean, si no por Castiel y James, esos dos no los calmas ni con cloroformo.

-Mm…-

-Por favor…- hizo cara de perrito.

-¡Bien!- me rendí –Te ayudare, espérame después de clases. Pero… debes saber que Cas, y James serán un lio-

-Da igual-

-Bueno…-

Me despedí y di la vuelta, camine por el pasillo y llegue a mi siguiente clase, Dean ya se encontraba sentado mirando por la ventana, me senté a su lado y él se sobre salto un poco.

Me miro de reojo y sus mejillas se volvieron rojizas. Por lo del otro día, él estaba demasiado incomodo todavía.

-H-Hola…- murmuro.

-Deberías dejarlo pasar, Dean-

El soltó una carcajada forzada, se recostó sobre la mesa y escondió su cabeza entre sus manos.

-Siempre para ti es más fácil decirlo-

Sonreí.

-¡Sí!-

Dejo ver su cabeza y me sonrió, me incline lentamente y lo bese.

-Dean… hoy ira Theo a la casa-

Se levantó de golpe y se puso rojo, esta vez de furia.

-No-

-Dean…-

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