(DISPONIBLE TAMBIÉN EN SUEÑOVELA)
La vida normal de Ice empezó a cambiar cuando sucesos o más bien individuos misteriosos comenzaron a aparecer en su vida. Blak; Maximous Blak fue lo primero, el chico por el cual su vida comenzó a ir de cabeza. Segu...
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No podía dormir. Miraba al techo sucio de aquella pequeña cabaña, el olor a tierra y naturaleza inundaba mis fosas nasales. Me sentía inquieta, ansiosa. Daba vueltas en la pequeña cama, pero no lograba conciliar el sueño.
-Me encantaría que te quedarás quieta- la voz de Ruth me sobresalto. Mire hacia ella, la cual estaba en el suelo, durmiendo en un colchón improvisado con las almohadillas del sofá.
Blak ni siquiera se había preocupado por aquello, cuando acabó su explicación de sus teorías, se encerró en su cuarto, y no salió más. Así que tuvimos que arreglarnos sin su ayuda, aunque la verdad no la precisamos mucho.
Había sugerido dormir juntas pero su respuesta fue un "que asco" muy halagador.
Suspire en respuesta, me di la media vuelta y miré hacia la ventana.
El viento soplaba, y las copas de los árboles se mecían a su compás. La naturaleza me daba calma que mi cerebro necesitaba, aunque no era suficiente.
Mis ojos lentamente comenzaron a cerrarse, el sueño poco a poco venía a mi. Mis ojos miraban a los árboles de afuera y por un segundo vi el bosque, aquel bosque. El de mis sueños.
Y una voz llamándome.
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Luke llevaba horas en su oficina, sentado en su escritorio desordenado, mirando los documentos pero a la vez su vista no enfoca nada preciso.
Ice se había ido, había desaparecido. No contaba con ello, ya que la necesitaba. Necesitaba algo de su padre y por ende la necesitaba a ella.
Se rió, burlón. Su hermano le había avisado de que esto podría pasar. Había subestimado a la niña.
Tomó su teléfono y marcó un número, tranquilo.
- ¿Donde estas?- pregunto apenas oyó la línea del otro lado.
Una respuesta del otro lado sonó como un murmullo, lo que le hizo sonreír.
