🌙 Capitulo 3

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  Mis ojos se abrieron por el sonido de un portazo. Instantáneamente, la alarma en mi cabeza resonó. ¿Acaso fue papa o alguien más?

  Salí de mi habitación, tomando el paraguas que yacía  a un lado de mi puerta, como arma. Camine lentamente por el pasillo hasta la puerta de entrada, pero no había nadie. 

-¿Papa?- mi voz resonó en la casa- Papa- llamé mientras caminaba hasta su habitación. Pero nuevamente me encontré con la cama hecha, y con todo ordenado. 

    Desconcertada, tome mi celular y marque su numero, pero el no atendió. 

"Seguramente salió a comprar algo y todavía no volvió, estará ocupado"- pensé,  tratando de convencerme de que todo estaba bien. Pero algo en el fondo me había empezado a inquietar levemente.

  ¿Y si fue el quien salió recién? ¿Porqué me asustaba fácilmente?

  Serena Gray deja de asustarte por cualquier ruido que escuchas y me abofeteé internamente.

     Me di un baño caliente, tratando de no pensar en nada, y me mire mi mano. La quemadura estaba rojiza, ardía mucho así que trataba de alejarla del agua caliente, pero otras preguntas se arremolinaron en mi cabeza, confundiéndome mas.

"¿Será que los sueños pueden afectar en la realidad?"

    Sacudí la cabeza, tratando de llevar esa pregunta lejos, ya que aquello no era posible.

"¿O si?"

    Sacudí la cabeza de nuevo, maldiciendo.

  Debe estar sucediéndome esto por haber dejado de tomar la medicina. Me habían recetado unos medicamentos por el estrés, desde que soy muy pequeña las tomo. Soy una persona que se estresa fácilmente y ante aquello la ansiedad se apodera de mi. Creí que había parado pero eme aquí estresandome nuevamente. 

     Salí de la ducha y me envolví en una toalla. Luego, salí del baño y me adentre a mi habitación, intentando dejar atrás toda aquella confusión. Mi mirada se topó con mi celular. Sonreí, ya que estaba sola pondría la música al tope para así no escuchar ni mis propios pensamientos.

    Dulce droga para los odios.

    Me coloque mi ropa mientras bailaba con el ritmo de D is for dangerous de Artic Monkeys, nadie nunca me vio bailar y estar en completa privacidad conmigo misma saca lo que nunca nadie ve ni verá, y al terminar apague la música y revise si tenia una llamada o mensaje perdido de mi padre, pero no.

    Ya se habían hecho las 2 de la tarde, pero no había ni rastro de el.

    La inquietud fue aumentando conforme pasaba el tiempo.

La élite de los Mestizos 1: Lapislázuli ✔️ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora