Capítulo 21: "Voy a... sacarlo de su miseria"

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Nota:

¡Hola! ¿Quién ha jugado el juego de The Walking Dead? ¿Jugaron la segunda temporada? Ya salió el segundo episodio de la temporada dos creo , ya quiero jugarlo.

Bueno, ya los dejo con el cap.

Al verme aproximarme hacía ellos, Clem, se acercó a mi, sonriendo un poco.

-¿Ya conociste a Chuck? Nos dio dulces, también a Ben-señaló al muchacho, quién masticaba unos caramelos.

-Ey, eso es lindo, dulzura. Ahora, quiero hablar con Chuck-lo miré, y él se incorporó, acercándose a mi.-¿que es lo que te traes entre manos?

-¿Yo? Nada. Solo quiero caerles bien-contestó encogiendose de hombros.

-Bien, eso espero. Lo siento-me disculpe, pasados unos segundos.-es que la última vez que confiamos en extraños, casi nos comen-comenté recordandolo y estremeciendome.

-¿Como?

-Eran caníbales, le cortaron las piernas a una de mis amigas, y bueno... casi nos las comemos. Al descubrirlo, los encaré, y nos encerraron. Por suerte logramos salir vivos-finalice. En ese momento, Alice llegó a mi lado.

-Ya nos vamos.-anunció sonriendo levemente, pero, esa sonrisa desapareció cuándo observó a Duck, quién iba empeorando minuto a minuto.-llama a Max, que me ayude.

Comencé a buscar con la mirada a Max, quién se encontraba charlando seriamente con Ross. Ellos no eran los mejores amigos, pero por lo menos se estaban llevando mejor. Me dirigí fugazmente hacía ellos.

-Max, ayúdanos con Duck-supliqué y ambos me miraron preocupados.

-¿Que le pasó al pequeño?-quiso saber, frunciendo el entrecejo. Suspiré.

-Está empeorando.-contesté simplemente, y lo tomé del brazo. Caminamos nuevamente hasta Alice, quién le dio un poco de agua a Duck. Ella al notarnos, miró de manera desesperada a Max.

-Ayúdame, necesito que lo cuides por mi, yo tengo que ayudar a Ben con el tren-pidió y mi amigo asintió, tomando a Duck, en sus brazos. Ella le agradeció, y corrió hacía la cabina de control.

-Mejor vamos todos adentro.-propuse, y Clem se acercó a mi, tomando mi mano. Y mirandome con tristeza, seguramente por la salud de su amigo. Al entrar todos al único vagón que se unía a la cabina, sentimos que el tren comenzaba a ponerse en marcha, por lo que Ross decidió que lo mejor era ir sentados. Cosa que hicimos.

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-Mierda. Pasame ese pañuelo-pidió Max, al notar que Duck había empezado a escupir sangre. Se lo pasé, y el le limpió con cuidado. Ross, solo miraba al niño, preocupado, al igual que Clem.-Nati, él no va a aguantar mucho tiempo más. Tienes que pedirle a Alice que detenga el tren-dijo Max, pasandome el pañuelo con la sangre. Asentí, con tristeza.

Al atravesar la puerta del compartimiento, me encontré a Ben, quién se apoyaba en la baranda, y se tapaba el rostro con las manos. Parecía pensar, por lo que no lo interrumpí.

Al llegar a la cabina del conductor, me encontré a Alice, quién miraba fijamente al frente, perdida en sus pensamientos. Toqué su hombro, y ella me lanzó una rápida mirada.

-Tienes que detener el tren-ordené, pero ella me ignoró olímpicamente. Entonces la hice voltear hacía mi, y le mostré el pañuelo cubierto de la sangre de Duck-es la sangre de Duck. Se le acaba el tiempo, Alice. Deten el tren.

-No lo haré, él resistirá.

-No lo hará, y muy dentro de ti lo sabes. Deten el tren-pedí con voz calmada. Entonces ella se incorporó, y me miró a los ojos.

-No detendré el puñetero tren, y se acabó. Ahora vete-ordenó señalando la puerta. Suspiré profundamente.

-Calmate...-empecé pero ella me interrumpió de la manera más brusca.

-¿Que quieres decir con "calmate"? ¿Como carajos quieres que me calme después del horripilante día que he tenido?-preguntó alterandose.

-Hablando con tu amiga-respondí tratando de bajarle los humos. Ella se pasó la mano por la cara, y tiró de una palanca, que hizo que el tren se detuviera.

Al detenerse completamente, ambas bajamos por una escalera. Y nos dirigimos a los muchachos, quiénes habían bajado, todos estaban ahí.

-Le llegó la hora, lo siento-anunció Max, cuándo llegamos a su lado. Y Alice, sin previo aviso, se acercó a Duck, quién escupía algo de sangre.

-Tiene que haber otra solución-dijo ella desesperada. Y Ross la miró con pena.

-No hay otra solución. Lo lamento.-se disculpó haciendo una triste mueca.

-Es que... ¡Dios! No puedo hacerlo.-ella se tapó la cara con las manos.

-Yo lo haré-anuncié, llamando la atención de mi rubio amigo.

-Necesito despedirme de él-comentó Alice tomándolo en sus brazos, y dirigiéndose con él, al bosque que estaba ahí cerca.-solo dame cinco minutos.-y desapareció entre los árboles, caminando.

-Para los que no lo sabían, Duck fue mordido-dije, y Ross me miró.

-¿Segura que puedes hacerlo?-me preguntó. Asentí levemente.

-¿A dónde vas?-quiso saber Clementine, quién al parecer no había comprendido muy bien la situación. Me incliné hasta quedar a su altura, y la miré a los ojos.

-Voy a... sacarlo de su miseria-contesté, y sus ojos se cristalizaron, por lo que la abracé.

-No quiero que Duck muera-me susurró al oído con voz quebrada. Y sin poder evitarlo, mis ojos comenzaron a soltar pequeñas lágrimas. Y nos separamos.

-Yo tampoco. En unos minutos vuelvo-anuncié a los demás, quiénes asintieron mirando al suelo.

Me encaminé hacía el bosque, adentrandome cada vez más, y más. Mientras me preguntaba dónde carajos se había metido, hasta que escuché unos sollozos, y me dirigí hacía dónde provenían. Encontrandome con Alice, quién lloraba. Duck se encontraba apoyado en un árbol. Estaba pálido, débil y soltaba algún que otro gemido.

Alice, al notar mi presencia, me miró, luego a Duck, y pidió:

-Hazlo-miré al niño, quién a su vez me miró. Le apunté con el arma, con manos temblorosas, y sin poder evitarlo, unas cuántas lágrimas comenzaron a resbalarse por mis mejillas. Le quité el seguro a la pistola, pero una lágrima se resbaló por la mejilla pálida del chico, por lo que solté el arma, dándome cuenta de que no podía hacerlo. No podía matarlo, solo era un niño.

-No puedo, no puedo, Alice-solloce en un susurro inaudible. Ella me miró.

-Si tu no puedes, yo menos-dijo con sus mejillas mojadas por las gotas saladas que salían de sus ojos.

-¿Quieren que yo lo haga?-preguntó una voz. Ambas volteamos, y nos encontramos con Ross.

-Hazlo-repitió Alice, ocultando su rostro entre sus manos. Mi amigo suspiró con tristeza, y tomó el arma que antes yo iba a utilizar. Con manos temblorosas, apuntó con ella a la frente de Duck, y también me tape la cara con las manos, mientras las lágrimas seguían saliendo de mis ojos.

Minutos más tarde, un disparo resonó en todo el bosque, y Alice estalló en llanto nuevamente, provocando que yo también lo hiciera.

The Walking Dead (Ross Lynch)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora