Capítulo 8: ¡Cortale la pierna!

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Nota:
Chicas, ¿alguna vez les dije que las amo? ¿No? Pues las amo. Enserio, el cap anterior, tuvo 10 votos, y 10 comentarios, y me emocione, enserio. Y me inspiraron. Y solo les puedo decir: ¡gracias, las amo! Me pusieron de muy buen humor, :)

¡Voten y comenten!

3 meses después...

-Muere, puto caminante-murmuré con odio, partiendo al medio la cabeza del infectado, quién se había robado nuestro almuerzo. Max corrió hacía dónde estaba, y me miró fijamente.

-¿Que fue lo que nos robó?-quiso saber con una escopeta en sus manos, mientras que yo sacaba mi hacha de la cabeza putrefacta.

-Un conejo-contesté mirando con un infinito desprecio al caminante.

-Asco-replicó y lo miré como diciendo "¿enserio?". Él se encogió de hombros.

-A éstas alturas no podemos desperdiciar nada de comida. Lo que venga, lo comemos-le recordé. Asintió y comenzamos a caminar nuevamente. 

-¿Crees que a Lynch le haya ido mejor que a nosotros?-preguntó con algo de esperanza en sus ojos color gris.

-Eso espero. Dios, muero de hambre-contesté haciendo una mueca y me miró.

-Yo también. Puta falta de alimentos-maldijo por lo bajo, mientras que yo asentía en silencio. Caminamos sin decir palabra.

¿Que fue lo que pasó en 3 meses? Les contaré que fue lo que pasó.

Habíamos reforzado el lugar dónde nos encontrábamos, para que ningún caminante nos atacara. Por suerte, no pasó, por lo que podríamos garantizarnos que por ahora estábamos seguros.

También nos encontramos a dos mujeres, de 25 años cada una. Aunque no se caían nada bien, sobrevivieron juntas. Y las dejamos quedarse, pues tenían mucha comida con ellas y nosotros la necesitabamos, porque se nos estaba acabando. Eran muy diferentes, tanto de personalidad como de físico.

Lucía Evans, era la mayor de las dos. De personalidad fría, cortante y mandona, a pesar de que ella no estaba a cargo del grupo le gustaba decirnos que hacer. Aunque no me caía bien, la soportaba.

Laura Evans, en cambio, era muy agradable y habladora, además de amable e inteligente. Y aunque no era muy buena con las armas, era genial en defensa personal. Asi fue cómo sobrevivió cuándo pasó toda esa mierda.

Pero, la comida se nos había acabado. Fuimos a la ciudad, y nos encontramos con que las tiendas de alimentos, estaban vacías. Por lo que tuvimos que venir al bosque a cazar animales. Siempre veníamos Max, Ross y yo, ya que según todos, éramos los más hábiles con las armas. 

Igualmente, nada habíamos conseguido, los animales eran devorados por los caminantes, y no sabía cuándo era la última vez que había comido. Pero, quería encontrar algo para Clem y Duck, ya que ellos lo necesitaban más que yo.

De repente, escuchamos un ruido, por lo que Max y yo nos miramos victoriosos. Era el canto de un pájaro. Mi amigo, se escondió detrás de un tronco, apuntando a la rama dónde se encontraba el ave.

-No vale la pena, sólo es un pájaro-comenté y él asintió incorporándose.

-Ya. Es que, tengo demasiada hambre-se excusó haciendo gestos con las manos.

-Estamos igual, Max-repliqué poniendo una de mis manos en su hombro, en señal de apoyo. Él me sonrió y le devolví la sonrisa. Entonces, comenzamos a escuchar unos ruidosos gritos de dolor, y nos miramos alarmados. Lo primero en que pensé fue en Ross. ¿Y si algo le había pasado?

The Walking Dead (Ross Lynch)Where stories live. Discover now