Capítulo 19: Asesinato

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Nota:

Ok, cap trágico. No me maten, por favor.

Nos encontrábamos en la casa rodante. Theo conducía, Alice iba a su lado con Duck en sus brazos, Lucía maldecía por lo bajo, Ross se encontraba sentado a mi lado, y Max al lado de Ben, y Clem a mi otro lado.

-Mierda, mierda, mierda-repetía Ben, cubriendose la cara con las manos.

-¿Estás bien, Alice?-le preguntó Max a la chica, quién tenía una gran cortada en su rostro.

-Estoy bien-contestó desde el asiento de adelante, con la voz algo agitada.

-Tenemos que averiguar quién fue el que causó todo esto-dijo Lucía luego de unos minutos de silencio.-así que... Ben, ¿tienes algo que decir?-preguntó ella mirándolo.

-¿Que? ¿De que diablos estás hablando? Yo no hice nada-se defendió el chico.

-Perdimos todo. Di la verdad-demandó ella furiosa. Y Theo contestó desde el frente:

-Él no hizo nada, no podría, Lucía. Solo míralo-pidió.-estamos bien, es lo que importa.

-Theo, tu y yo tenemos ideas muy diferentes de lo que significa "bien"-replicó Lucía, haciendo rechinar los dientes.-Nati encontró unas medicinas que eran nuestras, robadas.

-Es verdad-dije simplemente al sentir las miradas de Ross, Max y Ben sobre mi.

-Confiesa, Ben. Di que tu lo hiciste-ordenó Lucía mirándolo con rabia.

-Analicemos esto lógicamente, ¿quieres?-pidió Theo, conduciendo.

-¿Lógicamente?-rió la mujer.-no necesitamos más lógica. Tenemos evidencia.-y justo al decir esto, sentimos que algo impactó contra la casa rodante.

-Carajo-maldijo Theo al notar que no podíamos avanzar debido a que algo atorado en las ruedas nos impedía el paso.-tenemos que bajar.

-Genial, terminaremos ésta discusión afuera-ordenó Lucia, y luego abrió la puerta, y salió. Todos la seguimos, menos Duck, quién se quedó en su asiento, adelante de todo. Y Clem solo se quedó en la puerta, observando la situación.

-Bien, yo me ocuparé de las ruedas-comentó Max, y se agachó para mirar las delanteras.-es un caminante, solo tardaré unos minutos en quitarlo.

-Súper. Ben, tienes hasta que Max mate a ese caminante para decirme la verdad-advirtió Lucia señalandolo con un dedo acusador.

-Yo no lo hice. ¡¿Que carajos tengo que hacer para que confíen en mi?!-preguntó alterado.-puedo hacer más guardias, conseguir comida. ¡Lo que sea!

-Por supuesto que lo harás-dijo Lucía con el sarcasmo más evidente.

-Ben, calmate. Lucía, deja de acusarlo, él no hizo una mierda-lo defendió Theo, quién se había hecho un buen amigo del muchacho en la última semana.

-Así que ahora lo defiendes. Max, ¿que dices?-preguntó ella, cabreandose un poco.

-No lo sé. Carajo, denme tiempo-ordenó con la voz agitada, por el esfuerzo de sacar al caminante atorado.

-Ya déjalo, ¿quieres?-preguntó Alice, algo cansada.

-No, él lo hizo, estoy segura. Max-lo llamó.

-Solo denme un puto minuto.-replicó él.

-Bien, pero tu voto contará con el de Nati-avisó rodando los ojos.

-¡No necesitamos todos éstos votos!-exclamó Ben, y decidí intervenir.

-Dios, basta. Ben, tienes que calmarte, amigo, deja de alterarte por todo. Y Lucia, deja de acusarlo, yo sé que el no lo hizo-y Alice me apoyó asintiendo con la cabeza. Ross tan solo miraba la escena, al igual que Clem, desde la puerta.

-¿Lo ves?-preguntó Theo molesto.

-Casi lo tengo-avisó Max.

-Te crees que lo sabes todo, que eres una chica muy ruda. Crees que puedes comandar éste grupo, cuándo en realidad no puedes. Solo eres una niñita asustada ¡Ya, superalo!-pidió Theo exasperado.

-Listo-dijo Max, pisando la cabeza del caminante. Se aproximó hacía nosotros-ahora, ¿cuál es el puto problema?-al terminar de preguntar eso, una bala atravesó la cabeza de Theo. Todos miramos a Lucía, quién tenía en sus manos un revólver.

-No...-empezó Alice, con la voz quebrada-no, no, no. Theo... Theo, por favor. No estás muerto, no estás muerto-y comenzó a llorar desesperadamente, mientras entrelazaba sus manos con las de su novio, ahora muerto.

Todos estábamos atónitos, hasta que pude salir de mi estado de shock, y empuje a Lucía contra la pared de la casa rodante.

-Suelta el arma-ella obedeció, sin decir palabra alguna.

-¡Eres una asesina!-le gritó Ross.

-Estás loca, ¿quién coño te crees?- le preguntó Max, furioso, jamás lo había visto así.

-Solo trataba de protegernos a todos nosotros-se excusó Lucía con voz temblorosa.

-Tenemos que irnos, antes de que nos atrapen-me dijo Ross preocupado. Entonces, me agaché, hasta dónde Alice estaba, todavía llorando.

-Alice, lo siento, Alice. Todo estará bien-le prometí, pero ella me interrumpió.

-No, tu no me entiendes. Jamás has amado a alguien, jamás. No puedes entender cómo me siento, carajo. Lo perdí todo, todo. Mierda-y tomó un revólver, apuntando a Lucía, quién solo se dedicó a mirar si era capaz de dispararle. Pero, pasaron unos minutos, y ella no lo hizo, soltó el arma. Y siguió llorando, sobre el cuerpo de Theo.

Me incorporé y miré a Ross, quién a su vez miraba a Alice, con lástima.

-¿Sabes algo? Si a ti te pasara lo que a Theo le pasó, así mismo estaría yo-señaló con la cabeza a Alice, quién seguía sollozando ahogadamente.

-Yo también lo estaría-comentó Max, algo distraído, y apuntando con un arma a Lucía, para que no nos atacara a nosotros.

De repente, Alice se incorporó, secándose unas solitarias y rebeldes lágrimas. Luego, volteó su cabeza hacía Lucía, y la miró amenazante.

-Te mataría, perra, pero no vales la pena. Todos adentro, nos vamos-anunció, dándole una última mirada a su novio muerto.-yo conduciré-y nadie se atrevió a contradecirla. Todos entramos en la casa rodante, y al empezar a conducir, miré por una ventana, y observé a Lucia, quién comenzaba a escapar de un caminante, corriendo hacía lo desconocido. Miré a mis amigos, quiénes se miraban entre sí, seguramente se estarían dando ánimos entre miradas.-Nati, ¿puedo hablar contigo?-preguntó Alice desde el frente, con voz temblorosa.

Me dirigí hacía ella, agarrandome de las paredes, ya que podría caerme, pues la casa rodante estaba en movimiento. La miré, algo preocupada.

-¿Estás bien?-pregunté, aunque sabía que no lo estaba. Ella me lanzó una fugaz mirada por el espejo retrovisor, para luego volverla al camino por el que conducía.

-No, es más, no creo que vuelva a estar bien en toda mi vida. Pero, yo no importo, sino Duck.-lo miró rápidamente, por lo que yo también lo hice. Tenía cerrados sus ojos, y un aspecto cansado.

-¿Se siente bien?-quise saber, pues nunca lo había visto así. Ella suspiró.

-Fue mordido, en el asalto-me contó en un tono bajo de voz.

-¿Que? Oh no, no lo queda tiempo, Alice-exclamé algo alterada.

-Claro que si, no sabemos cuánto tarda la enfermedad en propagarse en un niño. Por lo que sino le pasa nada en las próximas horas, seguiremos al Oeste.

-Alice...-empecé, pero ella no me dejó continuar, interrumpiendome.

-Déjalo, él es mi responsabilidad ahora, ya no tengo a Theo, así que ahora debo cuidar a Duck, él no es cómo los demás, yo se que puede lograrlo. ¿Puedes decirle a Clementine? Yo no podré-pidió lanzándome otra mirada. Asentí, sin decir palabra alguna, y volví al interior.

¿Como se le diría a Clem que su mejor amigo estaba muriendo?

The Walking Dead (Ross Lynch)Where stories live. Discover now