The Walking Dead (Ross Lynch)

Capítulo 14: Encerrados

Abrí lentamente mis ojos, sintiendo una fría corriente de aire recorrerme. Lucía golpeaba una puerta gritando que nos sacaran de ese lugar, Ross vomitaba en un rincón, Theo no paraba de maldecir, y Clem lloraba abrazada a sus rodillas. Al ver esa imagen, me acerqué a ella, y la abracé. Al separarnos, ella me miró, estaba asustada.

-¿Que pasó?-le pregunté con un increíble dolor de cabeza. Ella hizo una mueca.

-Ese hombre, Danny, te golpeó, y luego nos trajeron hasta el granero. Creo que es... eh... ¿como se llamaba, Theo?-preguntó y él la miró.

-Cámara frigorífica.-contestó cortante. Una cámara frigorífica, con razón el frío.

-¡Déjenos salir, enfermos!-gritó Lucía golpeando la puerta una vez más.

-¿Quieres calmarte? No podrás tirar esa puerta, es de acero-comentó Ross, y luego me vio, y se acercó rápidamente a mi, al igual que Theo.

-Tenemos que salir de aquí-dijo Theo desesperado.-esos dementes se llevaron a Alice y a Duck-agregó, y abrí los ojos como platos. Con razón estaba tan preocupado. Él se había encariñado mucho con Duck, ya que tenía un hermano antes de que el mundo se fuera a la mierda, que era igualito a Duck, y por eso está tan apegado a él.

-¿Que vamos a hacer?-preguntó Ross aparentando estar calmado. Él tenía miedo, yo lo sabía. Era muy bueno ocultando sus emociones, para no desesperar a los otros.

De repente, la puerta se abrió, revelando a Danny, quién nos apuntaba con una escopeta, por instinto, me pusé delante de Clem, como escudo humano, para protegerla. Me apuntó a mi, y mi corazón comenzó a latir frenéticamente por el miedo.

-Parate-ordenó con frialdad. No me moví, estaba paralizada.-parate, o mataré a tus amigos, uno por uno-amenazó, y tragué saliva. Me incorporé, y Clem me abrazó, con lágrimas en los ojos. La miré, para tranquilizarla. Luego, observé a mis amigos, quiénes me miraban, también paralizados. Y nada podían hacer, él estaba armado, y nosotros no.-camina-ordenó. Avancé hacía la puerta, y sali sin mirar atrás. Era mi fin.

Al salir, noté que en dónde me encontraba ahora, era el matadero. Danny avanzó delante de mi, y se dispuso a abrir la puerta, en lo que yo vi una pequeña navaja, en una de las mesas. La tomé rápidamente, y la escondí en mis bolsillos. Acto seguido, Danny indicó que siguiera caminando. ¿A dónde me llevaba? ¿No iba a matarme? ¿Por que habíamos salido del matadero? Estaba confundida.

Ahora nos encontrábamos en el granero, yo caminaba delante de él, y él me apuntaba con la escopeta. De repente, me di la vuelta rápidamente, cosa que lo desconcertó, y aproveché ese momento, para clavarle la pequeña navaja en el hombro, por lo que gritó de dolor. Lo empuje, y cayó al suelo, dónde había una muy bien camuflada trampa para osos, su pierna quedó atrapada en ella, y de cierta forma me recordó al tipo al que le corté la pierna en el bosque.

-¿Y ahora que? ¿Vas a matarme?-preguntó entre jadeos, ya que debe doler que tu pierna esté atrapada en una fuerte trampa. Lo miré con asco.-no puedes hacerlo. Si me matas, la carne se pudre y ya no es comestible. Sin embargo, puedes mantenerme vivo, y comer de mi en un futuro. Ambos sabemos que no podrás matarme, como a la demente del bosque. Puedes mantenerme vivo.-repitió.

-Así no es cómo el mundo funciona-repliqué mordaz y con rabia.

-Si, así es como funciona. Solo tienes que dar partes de ti para que otros puedan sobrevivir-contradijo.

-Están dementes, en especial tu.-le apunté. Luego escuché ruidos afuera, y unos segundos despues, dos personas entraron al lugar, y yo los conocía perfectamente. Eran Ben y Max, quiénes parecían preocupados.

-Dios, ¿están bien?-preguntó Max mirando con los ojos abiertos cómo platos a Danny, quién jadeaba de dolor en el suelo.

-No te preocupes por ésta basura-señalé a al hombre-quizo matarnos, por comida. La cortaron las piernas a Laura, y casi nos las comemos. Y tienen que sacar a los demás, están allá-señalé la puerta del matadero-en la cámara frigorífica.

-Mierda, sabía que no podíamos confiar en ellos-comentó Max mirando con asco a Danny, y Ben asintió energéticamente.

-Que alguien se quede con éste desperdicio humano, yo iré a buscar a Alice y a Duck-anuncié. Y salí del granero, antes de que alguien pudiera detenerme.

El clima era horrible, llovía a cántaros, apenas pusé un pie afuera, y ya estaba empapada. Al parecer la electricidad se había ido, pues la cerca eléctrica estaba apagada.

Empecé a dirigirme a la casa, a pasos lentos y cuidadosos, pues podría encontrarme con Andy o con Brenda, y si estaban armados, digamos que ese encuentro no terminaría muy bien.

Al llegar a la casa, abrí la puerta de la cerca, que la rodeaba. Y comencé a avanzar, cuándo escuché unos gritos. Era Alice, quién parecía estar de lo más asustada. Por lo que apresuré el paso, y logré llegar a la puerta. La cuál abrí, y entré. Y si, tenía razón, la electricidad se había cortado. Brenda tenía amenazada a Alice, poniendo un arma en su sien, y ella estaba pálida.

-Déjala ir, Brenda-ordené acercandome un poco, y ella retrocedió, subiendo la escalera de espaldas. Y me apuntó con el arma, sacándole el seguro.

-No quiero matarte, Nati. Solo vete y déjanos en paz-pidió y pude ver algo detrás de ella. A pesar de la oscuridad del lugar, podía distinguirla perfectamente. Era Laura, pero ahora era un... caminante. Si pudiera hacer que Brenda subiera las escaleras, entonces Lau la atraparía y Alice podría escapar.

-Esto no tiene que terminar así. Déjala-me acerqué un poco más y ella por instinto, retrocedió. Sólo un poco más y Alice estaría libre.

-¡Vete! O Andy lo matará, lo juro-prometió, y pude notar que Alice se estremeció al escuchar eso. Ella también se había encariñado con Duck, tanto, que hasta lo trataba como a un hijo. Me acerqué una vez más, y Laura la atrapó, y mordió su cuello, por lo que gritó. Alice se liberó del agarre de Brenda, y corrió a mi lado.

-¿Dónde está Duck?-preguntó preocupada. Negué la cabeza, no lo sabía. De pronto, escuchamos gritos, que provenían de afuera de la casa. Nos miramos alarmadas, y salimos, encontrándonos con que Andy tenía amenazado a Duck, como Brenda tenía a Alice segundos atrás. Ésta última, corrió hacía Andy, quién le disparó en el estómago, haciendo que ella cayera al suelo, Theo corrió hacía ella, haciendo presión en su herida, para que dejara de sangrar. Entonces, aproveché ese instante, y corrí hacía Andy, me lancé sobre él, para golpearlo, haciendo que tirara su revólver lejos.

Ambos caímos, rompiendo la cerca de madera, y él se incorporó rápidamente, y me golpeó para que no pudiera reaccionar. Pude notar que prendía el generador de energía, haciendo que la cerca eléctrica se activara. Volvió hacía mi, y me tomó del brazo, arrastrandome hacía la cerca. Oh oh, ya sabía que iba a hacer, el hijo de puta iba a electrocutarme.

Forcejeaba, pero no podía zafarme de su agarre. Acercó mi cabeza a la cerca, mientras que yo intentaba retroceder. Y pude ver, en la puerta del granero, a Lucia, quién apuntaba con un arma, a Andy. Disparó, pero la bala lo rozó, igualmente, hizo que cayera al suelo. Y aproveché eso, mientras veía que mis amigos se formaban alrededor de la pelea. Me senté a horcajadas sobre él, y comencé a golpearlo, fuertemente. Yo no pegaba simples cachetadas, sino que pegaba fuertes puñetazos.

Luego de un par de golpes más, sentí una mano en mi hombro, me volteé y vi a Ross, quién me tendió la mano. Me incorporé, y comencé a caminar hacía mis amigos, quiénes seguían mirando la escena.

-Vuelve aquí y termina esto-ordenó Andy, con rabia y furia, parándose. Paré en seco, y me volteé nuevamente.-ya verás cuándo mamá y Danny lleguen, todos se morirán.-agregó.

-Ellos están muertos-revelé sin ninguna expresión en mi rostro. Entonces, pude ver que en el de él, se formaba el dolor profundo.

-¿Que has hecho?-preguntó en voz baja, y luego subió la voz-¿que carajos has hecho?-preguntó nuevamente.-vuelve aquí, y termina esto.-repitió. Sin embargo, seguí caminando, ya que la granja comenzaba a ser invadida por caminantes-no te atrevas a ignorarme, Natalia.-ordenó al ver que no respondía.

-Vamos, chicos. Antes de que nos agarren los caminantes-dije y tomé la mano de Clem. Y nos alejamos de ese lugar, mientras que Andy seguía gritando que volviera y terminara con la pelea.