Cuarenta y dos.

29.3K 2.9K 761
                                    

Bart está llorando, literalmente. Amy aguanta las lágrimas a su lado, pero está apunto de estar en el mismo estado que su novio. Tristan mientras tanto graba todo el momento y se burla de su pobre amigo, Daisy tiene mala cara al igual que George, los demás nos encontramos en indiferencia.

Me imagino que te estarás preguntando qué está pasando. Bueno, los pequeños hurones de Mimi y Pelusa estuvieron hoy en la tienda de mascotas Happy Animals para que los adoptaran, tanto Amy como Bart sabían que este día iba a llegar en cualquier momento, pero entiendo que se hayan encariñado con los hijos de sus hurones.

Estuve pensando una y mil veces en adoptar uno, aunque luego me replanteé nuevamente esa idea. Las mascotas no solo debes tenerlas porque son tiernas o para llenarte la boca de que tienes un animalito en tus manos, ellos están ahí y son como cualquier niño recién nacido, debes llevarlos al médico frecuentemente, prepararles comida, jugar con ellos entre otras cosas, pero principalmente darles amor y cuidado. La parte del amor se lo puedo dar al huroncito pero, ¿cuidarlo? Se me olvidaría por completo y el animalito moriría en pocas semanas.

En fin, estamos observando como una familia se lleva al último hurón la cual se llama Venus. Louis es su padrino o así me comentó él hace unas horas.

—Adiós, Venus, tus abuelos te vamos a extrañar—La niña mira raro a Bart.

Es gracioso porque enserio está llorando a moco tendido. ¿Quién iba a decir que el intocable más molesto del grupo es el más sentimental?

La familia nos deja atrás ocasionando que un sollozo sea soltado por parte de Amy. Los abuelos sollozantes se abrazan y Tristan sigue grabando y burlándose.

—¡Por favor, ya! Esos dos pueden tener más hurones, así tendrán más nietos—exclama Daisy fastidiada.

—¡Tú no tienes sentimientos!

—Bart, deja el drama.

—No, Daisy. Yo no soy dramático.

—Deberías apuntarte en el taller teatro del instituto—opina Cris.

—¡Los odio a todos!—chilla, Amy lo mira ofendida y Bart la mira horrorizado—. Menos a ti, princesa, yo te quiero demasiado, nunca podría odiarte.

—Ajá, claro.

—Bien, yo creo que es hora de irnos—masculla Louis a mi lado—. Tenemos cosas que hacer.

—¡¿Dónde quedó tu dulzura, Lou Lou?! ¡Tú eres igual de insensible que todos!

—Sí, ajá. Nos vemos luego.

Louis me toma de la mano para arrastrarme con él impidiendo que pueda despedirme de los demás. Caminamos hacia el auto de su madre, abre la puerta del copiloto para mí y espera a que me acomode, rápidamente se posiciona después en su asiento.

—Eso fue muy grosero.

—Bart solo está dolido, pero todo el drama que está haciendo si es un show. Esas cosas me fastidian.

—A mí me fastidian tus bromas y yo las soporto—Él enciende el auto con una sonrisa—. Debías ser un poco más comprensivo.

—Te quiero, mi diosa.

—¿Y ese cambio tan brusco de conversación?

—Es que no te quiero dar la razón.

Me río con eso. Louis empieza a conducir, todo el camino consta de trivialidades por ambos y en algunas ocasiones de cantar una buena canción que pasan en la radio. Unos minutos después, veo a los lejos el anuncio de Cementerio Católico{1}. Frunzo un poco el ceño. ¿Qué hacemos aquí?

—Trajeron a mi padre hace unos días—explica él a ver mi rostro confundido—. Espero que no te moleste haberte traído aquí.

—Sabes que no.

—Vale, es bueno que me acompañes para lo que quiero hacer.

Rodamos unos diez minutos más hasta que Louis se detiene. A lo lejos puedo observar distintas lápidas con diferentes nombres. Bajamos del auto, sigo a Louis el cual camina con un paso decidido hacia una de las lápidas. Cuando llego ahí leo el nombre de la persona enterrada en ese lugar.

Marco R. Thompson T.

1966 — 2009

Si, sin ningún mensaje o frase, nada. Lo curioso es que Louis no se detiene ahí sino a la lápida ubicada a la derecha de su padre. Cuando veo el nombre mi cuerpo se eriza.

Lucio M. Thompson B.

1992 — 2003

Gran hijo y hermano.

Los ángeles abrieron el cielo para él.


{1}En original Catholic Cementries. Cementerio ubicado en North York, Ontario.

Escribo esto y me acuerdo de 44-2=2 :( ¡Ésto es demasiado para mi corazón!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Escribo esto y me acuerdo de 44-2=2 :( ¡Ésto es demasiado para mi corazón!

Aww, Barti llorando por los hurones ¿Quien de ustedes quiere que Mimi y Pelusa tengan más huroncitos? ¿Cuidan de sus mascotas? *carita pensativa* Shantal es parte de la familia así que no decimos mascota en voz alta frente a ella xD

Hoy subí capítulo en #LASM :) Para aquellos que no lo han leído corran a hacerlo.

Capítulo dedicado a Daaaaaaaaaniiiielaaaa xD 

Nos leemos mañana para el penúltimo capítulo :)

Nos leemos mañana para el penúltimo capítulo :)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Como un algodón de azúcar | Los Intocables #5Where stories live. Discover now