Como un algodón de azúcar | Los Intocables #5

Treinta y dos.

No conocía a Hanna, la hermana pequeña de Connor, así que no tenía ni idea de que regalarle para su cumpleaños. Llamé a Louis para que me iluminara y el solo mencionó que un libro haría feliz a la niña. Yo a los once años vivía de películas y de mis jueguitos de la playstation, ésta chica lee, es increíble.

En fin, me termino de arreglar, unos vaqueros y una camisa muy bonita de color blanco más unas zapatillas estilo vans me acompañan, Louis pasaría por mí, según él quería pasar un tiempo a solas conmigo y luego iríamos a la casa los Pirce.

He pensado un poco lo que dijeron Cris y Xav, tal vez yo soy la que debe dar el paso para preguntarle si quiere ser mi pareja, aunque siendo sincera no me veo capaz, al cambio que me de uno de esos momentos de diarrea verbal, ahí cantaré como un pajarito.

—¡Liv, Louis ya está aquí!—grita mamá desde la sala.

Mi madre ha estado más comprensiva, me ha soltado un poco y he podido hablar con ella sin que me dé malas miradas o me conteste mal. Realmente estoy feliz de haber hecho un lazo madre e hija con ella, me hacía falta una amiga que sé que no me va a traicionar, mamá es la indicada para ese trabajo. Sorpresivamente, mamá tampoco ve mal a Louis, aún le tiene algo de desconfianza pero no lo dice a los cuatro vientos y no lo trata mal. Ella dice que está trabajando en eso.

Bajo las escaleras y al final de ellas me encuentro con mí... el algodoncito. Louis me sonríe mientras que mi guiña un ojo discretamente.

—Estás preciosa, mi diosa.

—Tú estás muy guapo, algodoncito.

—Ugh, esos apodos de ahora—escucho la voz de papá.

—Yo pienso que es lindo que Louis le diga de esa manera a nuestra Liv—interviene mamá sorprendiendo gratamente a Louis.

—Yo... mmm gracias, señora Sanders, ese apodo le queda corto a su hija.

Aww, que cosita tan dulce.

—¿Nos vamos?—digo para romper la tensión que se formó en ese momento.

—Claro.

—Nos vemos luego. Volveré temprano, lo prometo.

Tomo el libro envuelto en papel regalo que está en el sofá, para luego salir de casa, Louis antes se despide de mis padres y dice que me traerá antes de las diez. Es muy lindo de su parte que diga eso, así no preocupa tanto a papá. Él abre la puerta del copiloto para mí, luego trota hasta llegar al asiento del piloto, enciende el auto y antes de arrancar se acerca para darme uno de esos besos que tanto me gustan.

—Te extrañé.

—No seas bobo, te vi ayer.

—Pero igual te extrañé—El modo en que me mira hace que me sonroje.

Empieza a conducir, el camino está lleno de trivialidades por ambas partes. Louis toma mi mano en todo el recorrido. Su pulgar acaricia suavemente el dorso de mi mano y ese pequeño movimiento me hace sentir la persona más especial del mundo. Me encanta que Louis sea así de atento y cariñoso, no será la mejor persona del mundo, tiene sus defectos pero, ¿qué persona es perfecta? Ninguna, nuestros defectos nos hacen especiales. Los defectos de Louis lo hacen especial.

Louis detiene el auto unos minutos después, nos encontramos frente a una casa muy bonita, unos globos de colores están pegados en forma de flor en la puerta principal.

—Llegamos—menciona él. Apaga el auto y baja rápidamente de él para abrir mi puerta.

—¡Oh, gracias mi fiel compañero!

—¡No tiene que agradecer, diosa de todos los dioses!—río un poco, me acerco a él y le doy un pequeño beso. Él solo sonríe mientras que lo devuelve—. Me gusta besarte.

—Créeme que a mí también, Lou.

¿Por qué soy tan débil? ¿Por qué tengo ganas de decirles la sorpresa? Vale, haremos un trato 7w7 si este capítulo  llega a los 80 votos antes de las 12 pm (Hora Venezuela) del día de mañana, les diré la sorpresa. ¿Se animan?

Ustedes deben ser felices por tener una autora tan débil :( 

Buehh, espero que disfruten un montón el capítulo 32. ¡Se viene el cumpleaños de Hanna! ¿Creen que el Bastón y la Sophie estará ahí? Los próximos capítulos dirán quienes son los protagonistas de libro 6 de los intocables. 

Capítulo dedicado a Lola :)

Nos leemos mañana, suerte con el reto xD