The Walking Dead. (Carl Grimes)

Cris "Estoy sola" (Parte 2)

— Escuchen —gritó Shein captando la atención de todos—, he pensado el plan de Rick. —prosiguió— Miren, no hay... No hay garantías, hagamos lo que hagamos soy el primero en admitirlo. Conozco a este hombre muy bien. —se refirió a Rick— Confío en su instinto. —vio como sonreía— Creo que lo más importante es que todos sigamos juntos. Así que... Los que estemos de acuerdo, nos iremos por la mañana ¿Vale?

Todos asistieron y siguieron con lo suyo.

— ¿Podemos hablar? —le preguntó Carl plantandose frente suyo impidiendole el paso.

— No tenemos nada de que hablar. —lo rodeó y siguió su camino.

— Cris... Por favor. —la tomó del brazo para que parase.

— Está bien ¿Qué quieres? —le preguntó un poco muy frustrada cruzandose de brazos.

— En privado. —dicho eso la llevó casi a rastras hasta su carpa y hasta no encerrarse con ella dentro no la soltó, muchos que lo hayan visto estarían pensando lo peor.

— ¿Qué ocurre?

— Sabes perfectamente sobre qué quiero hablar. ¿Por qué lo hiciste? —sonó preocupado.

— No lo entenderías. —miró al suelo.

— Pues explicamelo. —se acercó a ella y tomó tres dedos de su mano antes de agarrarlo por completo.

No quería hablar sobre eso pero sentía que le debía una explicación, no todos los días encuentras a una chica intentando suicidarse en una carpa.

Tomó la foto que tenía sujeto con su brasier y se la dio, este lo tomo un poco confundido y la observó.

— ¿Quienes son?

— Mi madre y mi padre. —intentó mirar hacía otro lado para no llorar cuando un nudo se formó en su garganta, últimamente estaba muy sentimental.

— Oh... Y por ellos...

— Sí. —lo interrumpió— Carl, no sabes la suerte que tienes al tener a tu família contigo, ya quisiera yo estar en tu lugar...

— Oye, no llores... —se acercó a limpiar la primera lágrima que caía de su rostro.

— Por favor no se lo digas a nadie. —pidió.

— ¿Qué cosa?

— Que quise... Ya sabes. —se limpió el rostro.

— No lo haré, pero tú tampoco lo intentes de nuevo. —la abrazó— ¿Está bien? Me asustaste mucho, por un momento pensé que iba a perderte. —la apretó entre sus brazos.

Por primera vez desde que sus padres murieron se sentía segura, por primera vez tener a Carl muy pegado no le incomodaba, es más, le provocaba una sensación agradable y sus palabras lo hacían más especial aunque confuso.

— ¿Me dirás de dónde sacaste el arma? —preguntó en su oído logrando que se estremeciera y su piel se ponga como la de una gallina.

— Rick me la dio, pero no le digas que te dije. —se separaron quedando a centímetros, cara a cara.

— ¿Te dio un arma y a mi no? Eso es injusto, se supone que el hombre aquí soy yo. —habló gracioso.

— ¿Celoso? —de un momento a otro el ambiente tenso había desaparecido dejando sus antiguas actitudes a la vista.

— ¿De qué?

— De qué Rick piense que soy más responsable que tú. —sonrió.

— Sí tan responsable que casi te matas. —su sonrisa se borró por completo ante su comentario, tenía razón, le habían pedido que use el objeto con responsabilidad y lo que hizo fue todo lo contrario, de alguna manera sentía que le había fallado y eso aumentaba sus ganas de irse del mundo, aunque no lo intentaría de nuevo, no porque no quisiese si no porque desde lo ocurrido hace ya unas horas Carl no la dejaba sola ni un instante.