The Walking Dead. (Carl Grimes)

Corriendo riesgos (Parte 2)

— ¿Cómo está la señal? —preguntó Rick.

— Cómo el cerebro de Dixon. —contestó T-Dog— Débil. —terminó ganándose el dedo corazón por parte de Merle.

— Sigue intentando. —insistió.

— ¿Para qué? No podrán hacer nada, nada de nada. —le dijo Andrea.

— Solo hay unas personas fuera de la ciudad, no hay centro de refugiados es solo un sueño. —dijo Morales.

— Les deseo mucha suerte. — habló Merle— Por lo que sé las calles no son seguras de este lado de la ciudad, ¿No es así senos dulces? —dirigió su mirada perversa hacía Andrea— Oye cariño, quítame las esposas y vámonos por hay, de cualquier forma... Vamos a morir.

— Prefiero eso. —respondió asqueada.

— Típico, lo imaginaba.

— Las calles no son seguras. —dijo lo obvio Rick.

— Eso si es una novedad. —respondió sarcástico Morales.

-— ¿Y por debajo de las calles? ¿las alcantarillas? —propuso.

— Es posible. —abrió bien los ojos— Gleen, revisa el callejón ¿Ves alguna tapa de alcantarilla?

Vio como este corría hasta una punta del techo y luego de echar un vistazo volvía de la misma manera.

— No, deben estar del otro lado, donde están los caminantes. —dijo

— Quizás no. —habló Jackie— Estos son edificios viejos suelen tener túneles de drenaje hacía las alcantarillas, por las inundaciones, están en los sótanos.

— ¿Cómo lo sabes? —dudó el asiático.

— Es mi trabajo, lo era, trabajaba en urbanización. —respondió.

No se habló más y caminaron todos hacía el sótano a excepción de T-Dog y Merle que quedaron en el techo por cualquier inconveniente sin contar que el último todavía seguía esposado, aún Cris no se acostumbraba a todas las personas y solo se mantenía pegada a Rick que al parecer no le molestaba en lo absoluto.

Llegaron a un gran pozo con dos pasillos.

— ¿Es esto? ¿Estás seguro? —dudó Rick.

— Sí, ya revisé este lugar otras veces. —afirmó Gleen— Es lo único aquí que ba hacía abajo, pero nunca bajé ¿Quién querría hacerlo? —en ese momento todas las miradas pasaron del agujero negro hacía los ojos del asiático— Oh, genial.

— Bajaremos detrás de ti. —lo animó la rubia.

— No, no lo hagan, menos tú. —la apuntó.

— ¿Por qué yo no? ¿Crees que no puedo?

— No quise...

— Di lo que piensas. —lo animó Rick.

— Oigan. —comenzó— Hasta ahora vine solo varias veces, tome algunas cosas y no tuve ningún problema. La primera vez que traigo un grupo, todo se va al demonio, sin ofender. Si quieren que baje por este agujero lo haré, es angosto, si me topo con algo no quiero que usedes me tapen la salida y hagan que muera, iré solo con una persona y tú, no serás. —se apuró a decir al ver como Rick se preparaba— Tienes el arma de Merle y te eh visto disparar, me sentiría mejor si te quedas custodiando las puertas y protegiendonos, además de que tienes una niña. Tú tienes la otra arma deberías ir con él. —le dijo a Andrea— Tú serás mi ayuda. —señaló a Morales— Jackie se queda aquí, si algo llega a pasar gritenos y saquenos de prisa.