Mundo manga 2: Guerrero Espíritu

-       ¡Alto! ¡No te muevas o dispararemos!

Se giró lento con una sonrisa en su rostro desafiante. El cielo estaba tan oscurecido por el aguacero, que parecía que estábamos en una película de terror.

-       ¿De verdad lo haréis? Jajajaja…- nos miró meticuloso, sentí cómo Macx cargaba su arma preparándose ignorando la fría lluvia; se fijó en él.- Podéis matarme, el mundo se va acabar cuando tú – habló mirándome a mí de repente.- abras esa puerta espiritual.- me quedé un poco pillada.- Je, no tengo nada que perder,- sacó su arma apuntándome.- si te matase, no acabaras con el mundo y todos me lo agradecerán, seré un héroe.

Macx me apartó rápido a un lado y disparó antes de que nuestro enemigo apretara el gatillo. “El vidente” cayó al suelo en todo su peso de 90 kilos esparciendo el agua.

-       ¿Estás bien?- me preguntó, me mostró su mano para ayudarme a incorporarme.- Joan, no te creas nada de lo que dijo, es un loco.

Reaccioné sonriéndole leve y mirándome, me había llenado de barro hasta la coronilla.

-       Lo sé, perdona, es que me ha sorprendido, y ya sabes que yo….

-       Sí, eres de otro mundo.- sacudió la cabeza negando, se aproximó al caído, tomó su pulso.- Aún está vivo, mi bala tenía un tranquilizante para elefantes, menos mal, le necesitamos para que hagan justicia con él; ha dejado muchas víctimas detrás.

-       ¿Has usado el arma de tranquilizantes?- pregunté extrañada.

Asintió.

-       No podíamos matarle, hay que llevarle a juicio; aunque tenía el arma preparada para herirle, si fuese necesario.

Cierto que había dejado una larga lista de asesinatos, que según él, era necesario para el mundo. Lo curioso, que algunas de esas personas asesinadas, eran malhechores también. Me sacudí un poco mientras cerraba los ojos un momento volviendo a esa pequeña frase, yo… ¿iba a abrir una puerta espiritual que acabaría con el mundo? Los abrí suspirando.

-       Vamos,- me dijo Macx.- ya lo tengo esposado, llama a la patrulla y a una ambulancia.

-       Enseguida.- contesté tomando el móvil y marcando.- Hola, agente número 32458, necesito una ambulancia y una patrulla, tenemos al vidente. Gracias.

Miré a mi compañero pensativa, él me devolvió la mirada.

-       ¿Qué sucede, Joan?

-       ¿Y si fuera verdad lo que ha dicho?

-       No, vamos… ¿no creerás en esas tonterías del futuro?

-       Macx, sus víctimas no siempre han sido angelitos, puede que sea cierto que ve el futuro… y si es así y yo…

Macx enarcó una ceja.

-       Perdóname, pero no te veo acabando con el mundo.

Reí.

-       Tienes razón.

Se encogió de hombros. Volvió a tomar el pulso del preso.

-       Olvídate de eso, Joan. Y si sucede – le observé seria, mi compañero me miró con una sonrisa.- Piensa en reparar ese error. En este caso, si es abrir una puerta… - rió divertido.- ¿qué tal cerrarla después?

-       Muy gracioso, Macx.- me sobrecogí estornudando.- ¡Oh, vaya!.

-       Nunca mejor dicho, toma una manta cuando llegue la ambulancia y ve a casa directamente a tomar un buen baño de agua caliente, paracetamol y ya sabes.

-       Lo intentaré, hoy viene Seiya.

Sonrió; oímos las sirenas que se aproximaban.