Y La vida continúa.

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ESTE ES EL ÚLTIMO CAPITULO, GRACIAS POR SEGUIRLA HASTA EL FINAL, ESPERO QUE OS GUSTE EL DESENLACE. 

Y la vida continúa.

Cerré la carpeta agotada, miré mi reloj, las cinco de la madrugada. La comisaría estaba tranquila; me eché hacia atrás en mi nuevo sillón, cerrando los ojos levemente. Subir de rango me había dado más trabajo, y junto a los estudios, era mi mejor opción de olvidar, o al menos, de que mi mente no pensara.

- Joan,- la voz de Arata hizo que reaccionase y lo mirara, sonrió dejándose caer de brazos cruzados en el marco de la puerta del despacho.- ¿por qué no te vas a casa? Necesitas descansar.

- He terminado ahora mismo el informe; mañana tengo una cita con el señor McIllne.

- ¿Su hijo sigue amenazado?

- No, al menos que yo sepa, es solo que quiere agradecerme; no pude rechazarle.- me encogí de hombros.- Donó una cantidad de dinero para reformas de comisaría; hasta Rodolfito está encantado.

- Jajaja… me imagino. – le devolví la sonrisa.- ¿Ya has terminado tu turno?

- Sí, tu compañero está de vacaciones, así que por el momento, soy tu sustituto. ¿Te apetece un café?

- Sí, gracias.- contesté agradecida.- Y luego me iré directa al entierro.

- Todos iremos.

- No es necesario.- me apresuré a decir.

- Iremos, por ti. De seguro que va estar llenito de fans, sólo Macx, su hermano y yo, estaremos a tu lado; los demás, estarán de trincheras.

Negué en un suspiro.

- Gracias por pensar en mí y por vuestro apoyo.- le dije.- Vamos a por ese café.

Asintió.

Caminamos hasta la planta de recepción tomando antes nuestras chaquetas, y abandonamos el edificio para ir a la cafetería más cercana de veinticuatro horas, situada a una manzana de comisaría.

Arata me hizo tomar asiento en una mesa alejada de la puerta, ya que hacía fresco, y fue a la barra a pedir los cafés. Cuando solo había un camarero había que ir hasta allí y recoger tú mismo el pedido.

Mi móvil sonó nada más sentarme, lo alcé extrañada ante el número desconocido. Descolgué.

- Hola, teniente.- “el vidente” al otro lado del teléfono, me hizo mostrarme seria y apretar los puños.- Tuviste suerte de que todo saliera bien.

- Supongo que sí.- admití.- O quizás, debí dejarte que me matases.

Me imaginé esa sonrisa drástica en su rostro cuando lo sentí reír.

- No, lo que ha sucedido, debía suceder. Por alguna razón, he dejado de tener visiones desde que liberaste todas las almas absorbidas por ese monstruo.- me sorprendí.- Es un descanso para mí, pero estoy demasiado cansado… no quiero seguir con esto… después de todo, merezco estar en la cárcel, tengo las manos sucias.

Mi cara debía ser un poema cuando dijo todo eso de seguido.

- ¿Y qué vas a hacer ahora?

- En mi última visión, vi mi muerte…- suspiré, me temía algo así, sería que veía demasiadas películas.- y también su futuro lejano…- me senté derecha extrañada y curiosa.- no debo rebelárselo, teniente, forma parte de la cadena que acaba de comenzar, pero no se preocupe, todo irá bien, tendrá a su lado a esa persona especial, aunque él la olvide, la recordará y todo saldrá bien.- pareció que trataba de tranquilizarme.- Adiós, Aurora…- mi sorpresa aumentó al oír mi verdadero nombre, seguro que sonreía al otro lado.- cuídese, teniente.

La comunicación ser cortó repentinamente. El teléfono aún permanecía en mi oreja, escuchando el pitido de fin de la llamada, ¿qué había querido decir? ¿Seiya volvería y con la memoria perdida o algo así? ¿Y cómo y cuándo regresaría? Que todo iría bien… Suspiré largamente una vez más, nada en mi interior iba bien, absolutamente nada.

Colgué el teléfono mirando mi mano apoyada en éste.

- ¿Se puede?- levanté la vista.- Hola.

Le sonreí tímida.

- Hola,- le devolví el saludo.- ¿qué haces aquí, Trunks?

Me devolvió el gesto adentrándose en el despacho.

- ¿Te acompaño a casa?

- Es un poco tarde para que estés vagabundeando para estar despierto, - le dije sospechosa.- ¿estabas esperándome?

- Estaba preocupado.- se sinceró mostrándose serio, desvié su mirar y cogí la carpeta en la que había estado trabajando.- ¿Tenías que acabarla?

- Sí, es todo el caso de las misses, hay cosas que he… tenido que inventar; ya que nadie sabe la auténtica verdad, tan solo que hubo una especie de terremoto de alta intensidad, he podido jugar, menos mal que leo bastante de conspiraciones y espías también.

Trunks rió.

- Ese tipo de novela también me agrada, aunque las de ciencia ficción son mi fuerte.

- No sabía que te gustase leer.- hablé sorprendida.

- Sí, tengo una buena biblioteca en casa, ¿quieres que te la muestre? Y de paso… - miró su reloj.- Por la hora qué es… ¿qué tal si desayunamos juntos? ¿O prefieres ir a descansar?

- Puedo desayunar, ver tu biblioteca y afiliarme algunos libros, luego descansaré…- dije meditativa.

Lo que más temía era dormirme, y que en mis sueños surgiera una y otra vez la misma pesadilla.

Trunks me observó callado unos instantes, leyendo los gestos corporales que me delataban los pensamientos.

Rodeó la mesa y tiró de mí, reaccioné mirándole. Él sonrió.

- Vamos.

Su mano cálida y reconfortante, miré sus ojos, dándome cuenta de cual era el papel que él desempeñaba en estos momentos: Mi amigo, mi mayor apoyo. Puede que Bunnie también lo fuera, pero no podía ocupar el hueco de esa persona que faltaba… ni él tampoco, no por el momento.

Sin embargo, me dejé arrastrar por él, tomé mi chaqueta sin soltarme, Trunks sonrió pacífico y salimos de allí emprendiendo el vuelo hacia su casa. Una estrella fugaz, salió a nuestro paso.

FIN de esta parte… continuará en Mundo Manga 3: Promesas de dos mundos.

SI, HAY TERCERA PARTE, PERO NO SÉ SI LA SUBIRÉ, YA QUE ESTA HISTORIA NO SUELE TENER MUCHOS COMENTARIOS NI VISITAS... POR LO QUE NO SÉ A QUÉ ATENERME.

MUCHAS GRACIAS POR SEGUIRLA HASTA EL FINAL, BESOS ^_^

Mundo manga 2: Guerrero EspírituDove le storie prendono vita. Scoprilo ora