Mundo manga 2: Guerrero Espíritu

Por esa promesa

Por esa promesa

No tenía nada que perder, ya todo me resbalaba. Quizás la sensación que recorría todo mi ser no era la correcta, pero quería venganza, era increíble el poder que tenía esa emoción, que con la rabia y las ganas de hacer justicia, se volvía poderosamente irascible.

Tomé la espada de color oro, Enelot frunció el ceño y sonrió de medio lado.

- ¿De verdad crees que podrás destruirme? Te ves segura por estar rodeada de estos amigos tuyos.- Sus ojos se movieron en dirección a donde estaban los nombrados.- No podéis hacer nada contra mí.- les habló con superioridad.

- No hables tanto con esa bocaza.- le dijo Vegeta yendo hacia él en otro intento.

- ¡No, espera…!- intenté pararle.

Pero fue en vano, el orgullo y la sangre hirviendo de guerrero de mi maestro, no era rival para las paciencias.

Enelot se defendió con sencillez, pronto el príncipe de los saiyan cayó contra un edificio atravesando ventanas. Sonrió a los otros que le rodeaban.

- ¿Vais a estaros quietos?- les provocó.

- ¡Goku!- le llamé, sabía que me escucharía, aún sin quitarle la vista a Enelot.- Por favor… escucha mi plan… ojalá pudiera hablar por telepatía, maldición.

Sus labios se curvaron y me miró momentáneamente.

- (Yo se lo diré)- escuché una voz en mi cabeza.- (¿Sabes quién soy, Joan… o debería decir Guerrero espíritu?)

Sonreí aliviada, mientras explosiones comenzaban sobre el cielo entre los chicos.

- (Señor Kaito,- le nombré.- sí, sé quién es, lo sé por mi mundo. Por favor, tiene que pedirle a Goku que haga la Fuerza universal, y atacar con ella, cuando yo saque el alma que absorbió Enelot, es la única manera.)

- (Me he imaginado que sería así, pero no sólo es ese espíritu, también ha tomado el de su maestro demonio y vidas humanas; recuerda lo que te dijo, puede transformarse en todas las almas que toma.- Tenía razón, suspiré.- Tendrás que concentrarte, abrirte camino entre la batalla y tocarle con tu espada. ¿Podrás hacerlo?)

Asentí.

- Ahora puedo volar.- dije en voz alta con una media sonrisa.

- (Seré rápido en contarle tu plan, ve a por él, muchacha.)

Cerré mis ojos unos segundos.

- (Dana, guíame.)

- (Deja que tu poder te controle,- me aconsejó.- no hagas nada más.)

Abrí mis ojos, batí mis alas y me lancé hacia Enelot. Yaten fue quién me vio llegar primero. Algunos duendecillos habían acudido a la batalla, mi amigo me quitó del medio dos de ellos dándome vía libre en su terreno.

Confiar en una fuerza que desconoces hasta el momento, da miedo, porque no sabes hasta qué punto puede hacerte perder la cabeza. Y eso era lo que me sucedía, ese era el candado que me bloqueaba.

Partí a varios enanos oscuros, esquivé bolas de energía.

- ¡Trunks! – le llamé.

Él me prestó atención severo, empujó a Enelot con fuerza haciendo que se alejase lo suficiente para poder llegar hasta mí.

- Goku está concentrando energía.

- Dime que me pararás si me vuelvo loca.- le supliqué, atenazada por lo que iba a hacer, pero al mismo tiempo, segura de hacerlo. Me lo había dicho, no tenía nada que perder.