Hola, Extraño.

Capítulo 101

~Pov Amber~

Me estaba besando, Oliver me estaba besando, sus labios danzaban suavemente sobre los míos, y no había nada que yo quisiera hacer para romper este momento.

Porque en contra de toda probabilidad, no lo aleje, no grite horrorizada ante tal acto, no me quede sumida en un profundo shock, no, solo continúe su beso, como si mis labios hubieran esperado toda la vida para ello.

Estoy segura de que si el aire no fuera de vital importancia jamás hubiéramos despegado nuestros labios del otro, e incluso así, él se separo con lentitud, como si tratara de alargar el momento tanto como le fuera posible.

Sus manos tomaron suavemente cada lado de mi rostro, trazando con sus pulgares pequeños círculos en mis mejillas, su cálido aliento aún chocaba contra mis labios, parecíamos estar en un sueño, de esos en los cuales no quieres despertar y temes al momento en el que el despertador vaya a sonar, en este caso, nuestro despertador fue nada más y nada menos que el, no tan disimulado, cascaraspeo de.. ¿Isaac?

-Uh, se te junto el ganado. -murmuró Anna, pasando a mi lado.

-Creo que llegue en mal momento. -dijo Isaac, mirando del uno al otro.

-Yo... -no había nada que decir, pues no tenía excusa, ni podía soltar la famosa frase "No es lo que parece", es decir, prácticamente estaba devorando la boca de Oliver no hay mucho que acotar.

-Descuiden, pueden continuar, supongo que volveré más tarde-dijo Isaac con notable sarcasmo -En fin, lamento haber interrumpido, pero él -señaló a Oliver -, me pidió que viniera.

Para el momento en el que Oliver reaccionó Isaac ya había pegado la vuelta y marchaba hacía su casa.

-¡No! -grito Oliver -. Espera, lo siento, no... No fue a propósito, lo había olvidado, yo...

-Oliver -dijo Isaac cortando a su primo-. No es necesario que expliques nada, al parecer ella sólo escogió. Y te escogió a ti. -dijo esta vez dirigiendo su potente mirada hacia mi.

Aquellos ojos con los que soñaba noche tras noche, aquellos ojos que deseaba hacer brillar con mi sola presencia, que anhelaba sólo me mirarán a mi, ahora lo hacían, pero no con los sentimientos que siempre soñé, y me daba rabia saber que lo que ahora se reflejaba en ellos no era más que por mi mera culpa.

Dolor. Profundo dolor invadía sus pupilas, ¿Por qué esto no pudo suceder hace meses?

Es como una ley de vida "Ama a quien no te ama, por no haber amado a quien en verdad te amo" o algo así.

A veces la vida es una perra, pero cuando quiere te sorprende, yo, al menos tuve la suerte de haberme dado cuenta o más bien de aceptar los verdaderos sentimientos que guardaba muy dentro de mi, justo a tiempo.

Es decir, no quería perder la Luna por estar contando las estrellas.. Si, digamos que hoy me encuentro muy poética.

-No es así, yo.. -¿Qué podía decir? ¿Había algo que pudiera arreglar esta situación?

-Amber, no te gastes, ¿Qué puedes decir para arreglar esto?-parece haber leído mi mente-. Me gustas, e incluso luego de ver su escena -dijo, su voz quebrandose al final de la oración-, me seguirás gustando, y no se por cuánto tiempo seguirá así, pero.. Supongo que me hubiera gustado que seas sincera desde un inicio.

-Lo lamento, no fue mi intención que esto pasara, yo... Isaac, te ame por tanto tiempo que ni siquiera note el momento en el que mis sentimientos comenzaron a cambiar..

-Lo sé. -dijo él, su mirada reflejaba tristeza y comprensión.

-¿Lo sabes? -pregunte confundida.

-Siempre lo supe, por esa razón me mantenía alejado desde un principio.

-¿Q-qué? -pregunte sorprendida.

Oliver, a todo esto, solo se dedicaba a observar, algo me decía que ya sabía de lo que Isaac estaba hablando.

-No soy ciego, puedo darme cuenta cuando una chica gusta de mi y cuando no, pero este último tiempo supongo que no pude leerte del todo bien, pues si lo hubiera hecho me habría ahorrado todo esto.

-¿Por qué nunca dijiste nada? -pregunté al punto de las lágrimas, había pasado por tanto, que incluso aunque ya no sentía lo mismo por él, dolía saber que había ignorado mis sentimientos como si nada.

-¿Qué podía haber dicho? En ese entonces aún seguía enamorado de Mara, si hubiese hablado contigo solo hubiera logrado hacerte sufrir.

-Así que solo hiciste tu gran papel de chico ciego y decidiste ignorar por completo a la pobre chica que sufría por ti. -dije con furia.

-Creí que era lo mejor -respondió excusándose -, pero ¿Qué, ahora me reclamas? ¿Olvidas que acabo de verte con mi primo? -pregunto algo enfadado-No entiendo por que te enoja tanto... Ambos sufrimos, el sufrimiento es parte de la vida.

-No, yo.. -no sabía que responder, es decir, si, por más que uno lo desee con fuerza el sufrimiento era parte vital de la vida, pero me daba pena que hablara tan a la ligera de algo tan triste -Lo siento, solo no esperaba esta reacción. -finalice evitando su mirada.

-¿Qué esperabas que hiciera? ¿Qué me ponga a llorar y que me encerrase en mi habitación? -pregunto con evidente sarcasmo.

-Claro que no, solo...

-Amber, solo debes verlo de esta forma, quizá esto significa que nosotros simplemente no debíamos estar juntos.

Sus palabras me sorprendieron, ¿Cómo puede una persona pasar de estar visiblemente rota a una indiferencia aterradora? ¿Cuál era la magnitud de sus verdaderos sentimientos? ¿En qué momento me volví tan fácil de superar? No me mal entiendan, me alegra saber que, al parecer soy fácilmente superable, lo que me libera de una gran culpa, pero aun así me resulta demasiado... raro, como si algo en todo lo que decía no cerrara del todo.

-Quizá.. Tienes razón. -dije simplemente, no sabía con qué palabras expresar todo lo que sentía en aquel momento.

-Por supuesto -dijo, encogiendo levemente los hombros-. En fin, supongo que ya debo irme.. Lamento todo lo que sucedió hasta ahora.-dijo y sin darnos tiempo ya se había marchado.

Realmente debo dejar de caer en estado de shock, pues seguramente me habría dado cuenta de que Oliver se fue antes de que Anna lo mencionara.

-¿Por qué Oliver salió corriendo? -preguntó ella, si no hubiera hablado probablemente hubiera creído que ya se había ido.

La observe, pues efectivamente Oliver se había marchado.