Capitulo 17

16.8K 952 28
                                    

Para cuando Celine y Erin, llegaron hasta la cocina, el rubio ya preparaba café. Parecía tan cómodo manipulando las gavetas y la cafetera, al mismo tiempo que ponía un par de panes a tostar.

Para alivio de la castaña, no había una tensión extraña, ni miradas picaras entre ninguno de los tres. Todo fluía tan normal como si fuera cosa de todos los días.

Lo mejor de todo era poder ver un poco más animada a Erin quién en esos momentos le untaba un poco de queso crema a su tostada con una sonrisa en los labios. Fue hasta entonces que se dio cuenta del roce que Tom provocaba entre ellos, fuera lo más mínimo, pero las manos de Tom encontraban la manera de rozarla, de provocarla.

Mientras bebía un sorbo de café, se dio cuenta de que tan diferente era su vida, en ese momento; mientras veía como su amiga y su novio, peleaban por el frasco de nutella.

Ella tenía la idea romántica que te venden desde niña. La que ves en las telenovelas y comedias románticas. Esa idea de que todo debe hacerse a la luz de las velas, con flores y corazones. Cerró los ojos un momento, sin poder evitar sonreír. La noche anterior era la prueba de que nada de esas ideas románticas se había puesto en práctica.  Tan solo era el momento que comparten dos personas que se quieren,  y era eso lo que la convertía especial.

De nada le sirvió ocuparse en comprar un conjunto sexy, porque al parecer a Tom no le importaban mucho las prendas. Quizás en otra ocasión habría oportunidad. Sintió sus mejillas encenderse, y desvió la mirada al notar como su amiga la miraba inquisitivamente.

De pronto la vio levantarse con tostada en mano.

—Los dejo, es hora de irme.

—¿Pero por qué? —Preguntó con asombro.

—Ustedes dos tienen que ir a trabajar y yo tengo una cita que planear.

Tom lanzó un silbido.

—¿Será una noche especial? —La miró con una ceja enarcada.

—No tienes idea —le guiñó un ojo al rubio—. Gracias por tostar el pan sin quemarlo —la pelirroja le dio un beso en la mejilla al rubio—. Deberías de darle unas clasecitas a Dave. Te llamo más tarde por si consigo eso que te dije. —Esta vez le dio un beso a la castaña.

Unos momentos después y escucharon como la pelirroja cerraba la puerta. Celine se quedó un momento mirando como el rubio tenía una extraña sonrisa en el rostro e inesperadamente, el rubio se abalanzó sobre ella. El resto del desayuno, fue más que glorioso.

  ≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪  

Para Celine, todo era diferente ahora. Estaban pasando muchas cosas a su alrededor. Entre Tom y Erin, la vida de la castaña ahora estaba más agitada que nunca, pero de buena manera.

Mientras se estacionaba en el trabajo, no pudo evitar pensar en la rubia Delia. Instantáneamente, el humor le cambió. No entendía exactamente qué era lo que le molestaba. Ella siempre fue muy consciente en el asunto de las ex, pero al parecer su estomago revuelto, no tenía al día el memo ese de "tu antigua vida amorosa no importa".

En lugar de llegar directamente a organizar los pendientes de ese día, entró directamente al portal de la fundación. Efectivamente había una compañía externa encargada de relaciones públicas. Al pasar el cursor sobre el nombre, se dio cuenta de que era un link a la página. Lo pulsó y entró directamente a Next Relaciones Públicas. Del lado izquierdo se desplegaban las fotos de todos los colaboradores. No fue muy difícil encontrar la de Delia Cardwell.

Prácticamente era la misma. Los ojos grandes, lucían definidos gracias al maquillaje, la sonrisa que mostraba, era segura y dejaba ver su blanca y perfecta dentadura. Sintió un pinchazo en el estomago. Después de ver detenidamente la foto, muy cerca del monitor, llegó a la conclusión de que Delia se parecía a Ellen Lynch.

Amor en manos enemigas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora