1 - Una nueva era

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Una nueva era

Hace muchos años atrás, en Lowland, una ciudad subterránea con estrechos pasillos de piedra, iluminados con antorchas. Estos pasillos se inclinaban hacia abajo en profundos caminos que vislumbran raíles en el suelo. Cada vivienda está situada en cámaras en complejos túneles laberintico al que únicamente se puede acceder en vagones de trenes que circulan a través de los túneles. Cada vagón hacia su recorrido velozmente dejando chispas hace su alrededor de vez en cuando.

En ese mismo momento, un vagón con personas a bordo paso rápidamente dejando con sus chispas, iluminado la puerta Nº 791, en donde habitaban los Tomanek. Era un hogar tan normal como cualquier otro, había una gran cantidad de retratos de una pareja con un bebe entre los brazos. El señor Matt Tomanek era un hombre alto, fuerte, con cabello y ojos marrones. La señora Jane Tomanek era una mujer hermosa de cabello dorado oscuro y ojos castaños. Su hijo Christopher Tomanek era tan solo un niño de 5 años de cabello castaño oscuro. El ambiente de la casa era muy frio y triste, ya que había fallecido la señora Tomanek a causa de la guerra civil, unas de las mejores psíquicas de la época. Desde ese momento, los días que pasaron no fueron lo mismo para el pequeño Chris Tomanek.

Chris tan solo estaba dormido, ni idea de lo que estaba pasando, solo se encontraba profundamente dormido y concentrado en un sueño tan extraño. En el sueño podía verse a sí mismo ya un poco mayor, corriendo a través de un bosque tenebroso mientras caía una fuerte tormenta en la noche. Realmente no sabía a dónde se dirigía, hasta que escucho a lo lejos un sonido terrible, como el de un aullido de un lobo mezclado con un chillido espantoso, se dio cuenta que corría hacia dónde provenía aquel sonido, en donde poco a poco la lluvia se hacía menos fuerte y solo caían pequeñas lloviznas. Cada vez se salía del corazón del bosque hasta que pudo ver un claro, desde allí pudo ver a una chica acostada en el suelo, en el borde de una colina con pedazos de roca que tenían vista al mar. Corrió mas aun hacia donde estaba esa persona, se puso a su lado e instantáneamente comenzó a llorar. Mientras escuchaba las olas y una ligera brisa despeinaba su cabello, sintió una extraña presencia, se dio cuenta que miles de miradas diabólicas lo observaban. Poco a poco se estaba poniendo toda su vista borrosa hasta hacerse la oscuridad.

Chris despertó en ese momento, temblando y llorando empapado de sudor. Luego se volvió a dormir. Al día siguiente al despertar, no recordaba nada de aquel sueño que en el futuro va a tener importancia en su vida...

Habían pasado más de 13 años desde aquel entonces, pero Chris ya no era un niño sino ya un adolescente de 17 años. Había cambiado un poco en su aspecto, era delgado, tenía el cabello corto y ojos castaños. Dentro de lo que se encontraba en la puerta Nº 791, solo vivía con su abuelo Matthew Tomanek de aproximadamente 80 años, que llevaba el mismo nombre que su padre, era un anciano de cabello canoso con las mismas características delgadas que Chris. Ellos tenían como mascota a un pequeño gato negro con manchas blancas, gracias a su tamaño era muy ágil y por tener un año apenas, era tan siempre tan activo, con lo cual podía jugar siempre con él. El pequeño animal era un compañero inseparable para Chris, no podía ir a un lugar de Lowland sin su gato que lo seguía a todas partes, pero lo único que no le gustaba era subirse a los vagones que recorrían velozmente por los rieles de la ciudad subterránea.

Había vivido con su abuelo la mayor parte del tiempo, su relación con el era relativamente distante por lo que se podría decir, ya que no ha convivido mucho con el, la mayor parte de su infancia estuvo internado en la escuela pre-psiquica. Mientras Chris estaba en casa, su abuelo se encontraba la mayor parte del tiempo trabajando en la Fundación Psiquica, una institución organizada para la protección mundial. Su abuelo era una persona de pocas palabras, pero cada vez que hablaba, Chris lo escuchaba atentamente. Su abuelo era reconocido por los habitantes de Lowland, en donde lo saludaban y lo admiraban con respeto, algo que Chris también lo hacía, ya que ha sido como su padre en la ausencia de su verdadero padre. Lo que recordaba cuando le preguntaba a su abuelo acerca de su padre.

La Unión de la Fuerza - I: Un nuevo comienzoWhere stories live. Discover now