"Un corte más.
Un cigarillo más.
Una cerveza más.
Un golpe más.
Una pastilla más.
Un analgésico más.
Una inyección más.
...uno más...
Uno más y...morimos. Quizás por un segundo. Un minuto. Una hora. O para siempre.
Abres los ojos y fué uno más.
No abres los ojos y ya fué desvanecido.
Dolor soportable, más satisfactorio que el dolor imperial que reina en tu interior y te destruye una vez más al recordar.
Sí, es mejor dejarlo en el pasado y olvidarlo. Pero no es fácil.
No es fácil dejar las cuchillas.
No es fácil despegar los cigarrillos.
No es fácil dejar de golpearse.
No es fácil ignorar a las pastillas.
No es fácil dejar los analgésicos.
No es fácil desprenderse de las jeringas.
No es fácil dejar una adicción que te hace sentirte fuerte, que eres reparable, que puedes llegar a curarte, aún impregnado de cicatrices. Que todo dolor se desvanece, pero no fácilmente. Tomará tiempo que el mismo tiempo será irreparable.
Sólo uno más.... hasta estar bien. O hasta morir."
