Me he sentido vacía, inútil e inservible en más de cinco años. Todos se han hecho cargo de hacerme sentir en una oxidada sin reparación. Y sé que eso no define lo que fuí, soy y seré. Y aun que quisiera escuchar de ellos algo positivo y lindo de mí, ya no me importaría y lo echaría de más en un bote de basura. Está mal que piense así, pero no lo está si lo aplico en personas que no creen en mí y no me amen por lo que soy. Y es que por todo esto, me estoy cansando de ser fuerte, aun cuando no lo soy. Me canso de ser gentil y callada.
Hasta el día de ayer, mi subconciencia me dijo: "sé lo que quieras, rompeles el corazón a las personas, no muestres tus debilidades y ve a joder al mundo". Me retiré del espejo y me vestí a mi manera. Sí, yo misma me seguí el consejo, y de ser el consejo de mi mejor amiga, sería "Vamos a la huerta a sembrar tu viejo tu y dejemos a la cosecha y que vea si salir de nuevo o no. Y mientras eso suceda, vamos a la ciudad a presumir tu nuevo tu" Y fue otro consejo que seguí, literalmente. Pero los cambios se lleva tiempo. No seré una brusca que golpea al mar de todos y arrasar con todas las arenas sin importar si hay tesoros. Pero sí arrasaré cuando menos lo esperen. Y verán que no soy una oxidada sin reparación. Soy algo mucho mejor que eso.
