Ríe, llora, daña, sufre, pelea, lucha, ríndete, disfruta del suelo pero no te acostumbres, sigue, culebrea, arrastrate, inclinate pero hacia arriba, triunfa aunque sea en algo pequeño. Y lo más importante derrota a tu interior. Ese interior que te hace sentir mal en cada faceta tuya, en cada error tuyo, en cada acción que das, en las calorías que ingieres, en los ejercicios que haces, en lo que aprendes de la escuela, en tu aspecto, en lo mal que haces sobre algo. Ese interior es tu mente, tus pensamientos, tu lado oscuro, tu conciencia fatal. Derrótalo y sigue haciendolo, porque de ganarle no está presente.
