El perfecto orden y control de Kylian fue devastado cuando dejó entrar a Abigail a su vida, la mujer por la que ha estado obsesionado durante años y ahora es suya. Sin embargo, para un monstruo como Kylian, nada es suficiente cuando se trata de Abig...
Por favor comenten mucho, quiero leer lo que piensan al leer el capítulo❤️🩹
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Kylian
Mi mirada estaba fija en las grandes puertas de roble, el corazón me latía desmesurado, debía admitir y aceptar que me encontraba nervioso, más nervioso de lo que nunca estuve con anterioridad.
En medio de esta enorme y antigua capilla, ninguno de los invitados tenía importancia para mí, incluso cuando susurraban entre ellos, nadie podía captar mi atención, estaba centrado en la entrada de Abigail, necesitaba con una urgencia desesperada que viniera hacia mí y fuera mía para siempre. Había esperado años para este momento, años que estuve siendo una sombra, y ahora existía una satisfacción enérgica que me llenaba el pecho, gracias al hecho de haberme adueñado de lo más puro que conocí en la vida.
Mi dulce niña era como un trébol de cuatro hojas, una bonita estrella fugaz que solo mis ojos fueron capaces de admirar, un regalo único con el que no todos tenían la suerte de toparse; bajo ninguna circunstancia permitiría que se desvaneciera entre mis dedos, fuera de mi alcance. Yo la había visto y me encargaría de ser su dueño hasta mi último aliento en la tierra.
Haría que cada momento a mi lado valiera la pena, conservaría en una caja de cristal el amor que me tenía y lo cuidaría como una de las cosas más preciadas que poseía. Tal y como lo haría con ella y con nuestro bebé.
Entonces, la música que elegí para ambos comenzó a sonar y el sonido de la madera antigua abriéndose de a poco sobresalió por encima de ella. No solo Abigail eligió sobre los detalles de nuestra boda, también fui participe de ellos, la ocasión era una celebración de los dos y quería que al igual que su esencia sobresalía a mi alrededor, la mía lo hiciera de igual manera. La música, la comida, el diseño de las argollas y los lazos, habían sido de mi elección.
Abigail estuvo complacida con mi participación, aunque más que eso, se notó feliz, ahí supe que a pesar de que mi motivación era por hacerla sentir bien, parte de mí ocultaba la realidad, como que, mis acciones eran un acto de amor absoluto hacia ella.
Contuve el aliento en el instante en que las puertas antiguas se abrieron de par en par por completo, y cuando la luz a su espalda iluminó su silueta, los latidos de mi corazón se ralentizaron y todo volvió a estar bien, la calma me invadió y pude sentirme en paz.
Ella estaba aquí, ella caminaba hacia mí para unir nuestras vidas, ella sería mía para siempre.
Los diamantes incrustados en la tela blanca iluminaban todo y le daban un aspecto casi mágico, no parecía real en lo absoluto, de ninguna jodida manera podrían dudar de que mi futura esposa no provenía de un cuento de hadas.
El vestido pomposo se movía con la misma delicadeza que lo hacia ella al avanzar a través de las flores que guiaban el camino en mi dirección. No parecía una princesa sacada de una idea fantasiosa, ella en realidad lo era, una princesa que iba directo a los brazos del villano.
