22 | Loco por ella

2.5K 194 77
                                    

22 | Loco por ella


Scarlett

Un corazón de papel. Eso es lo primero que veo al despertar.

Me despierto y lo primero que veo es un corazón de papel entre las sábanas. Lo tomo con delicadeza y lo guardo en el cajón, notando que este no está tan bien hecho como el de ayer. Aun así, el gesto de Christopher hace que sienta mariposas en el estómago.

Tampoco puedo dejar de pensar en lo que dijo ayer.

"¿Qué me estás haciendo, mujer?"

Aunque me gustaría pensar que se refiere a lo que yo espero, sé que no es así. Conozco bien a los hombres como él. No puedo permitirme pensar en él más que como un amigo. Cuando el trato termine, él desaparecerá de mi vida y no puedo permitir que me afecte tanto. Christopher nunca estuvo en mis planes y no puedo permitirme cambiarlos ahora.

Seguramente él está decepcionado porque no hemos tenido relaciones como acostumbra hacer con cada chica que conoce y tal vez esperaba que nuestro juego fuera más carnal. Pero me aferro a la idea de que es mejor así, que es más seguro para ambos mantener las cosas puramente profesionales.

Chris me ayudó a elegir mi vestido ayer, pero no estoy del todo convencida. Tuve que fingir que estaba de acuerdo, pero en realidad ninguno de los vestidos me gustaba.

Hace un momento me envió un mensaje diciendo que llegará en diez minutos. Casi no acostumbramos a hablar por teléfono, tenemos un horario establecido al que ambos nos apegamos, pero hoy es diferentes. Mientras estaba a punto de enviarle un mensaje diciéndole que tenía demasiadas cosas que hacer como para perder el tiempo, suena la bocina afuera.

Salgo a recibirlo en pijama, un poco sorprendida por su pronta llegada. Él me dice que tenemos que hacer una parada antes de ir a donde sea que estemos yendo, asegurándome de que será rápido. Le respondo que necesito cambiarme y peinarme para la exposición, pero él me asegura que confíe en él, que es sumamente necesario. Con cierta duda, acepto.

Rápidamente me cambio a un conjunto de pants negro y un crop top blanco. Me amarro el cabello en una coleta y me apresuro a subir al coche. Chris me lanza una sonrisa y pone el coche en marcha.

No tengo ni idea de a dónde nos dirigimos, solo sé que nos alejamos de la ciudad. Las calles se vuelven más amplias y lujosas a medida que nos adentramos en un barrio elegante. Las casas son cada vez más grandes y exuberantes. ¿Qué estamos haciendo aquí? Y yo, con estas fachas.

Finalmente, nos detenemos frente a una garita y Christopher saluda al guardia, quien nos permite pasar. Observo maravillada los enormes jardines, el suelo de piedra, todo es tan exquisito. Hasta que Chris detiene el auto frente a una impresionante mansión, con paredes de cristal que permiten ver su interior. Me siento extremadamente nerviosa, sin tener la menor idea de por qué estamos aquí. Me doy cuenta de lo fuera de lugar que estoy, vestida con prendas que compré en una tienda de segunda mano, en un lugar donde todo parece carísimo.

Encuentro algo de consuelo en el hecho de que Christopher llega con un pants deportivo, una playera y una gorra. Aunque casi siempre se viste así, excepto cuando va a comer con mis padres, momento en el que se viste más formal. Es como si hubiera dos versiones de él. ¿Lo hace por mí?

Christopher se apresura a bajarse para abrirme la puerta, pero me quedo embobada mirando la enorme mansión, sin saber qué hacer ni cómo actuar. No me gusta que sea tan caballeroso conmigo, no quiero que sea amable ni que me diga cosas bonitas, y mucho menos que me vea con esos ojos verdes que me hacen perder la cabeza. Cada vez es más difícil estar con él sabiendo que nunca seremos nada.

Corazones de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora