Capítulo 59

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Samay Meyer

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Samay Meyer

Cuando volvió a comenzar a hablar, levantó la mirada.

—Como sabes hace más de un mes se descubrió que mis compatibles eran los Slora. Todo era maravilla al inicio (bueno entre comillas), nos mudamos a Rusia. Al inicio nuestra relación era muy seca y fría, pero no creo que haya sido porque ellos lo querían, era porque sus personalidades eran así: distantes. —trago saliva. —Un día, me prepare dispuesta a visitarlos y comenzar a quebrar esa pared de hielo. Fui a donde se suponía que tenían que encontrarse (gracias a la poca información que ellos me proporcionaban), sin embargo no los encontré, según los demás soldados llevaban más de cuatro días sin pisar las oficinas de la OM. —puse cara de espanto, ¿le fueron infiel? —A la mañana siguiente, me dispuse a seguirlos y... —detuvo sus palabras y sus labios comenzaron a temblar. Volvió a bajar la mirada y su agarre sobre mi mano se debilitó. —Y, lo que encontré fue espantoso. —logró soltar a duras penas. —Ellos estaban con Eron y Yael en medio de la nada con... —sus palabras se vieron interrumpidas cuando los ruidos tras nosotras se intensificaron. Miro tras de mi espantada y seguí hacia donde ella lo hacía, encontrándome a todos nuestros compatibles, pero absolutamente a todos nuestros compatibles con cara de enfado.

¡Genial! ¡En el momento indicado!

—¡Suelta a mi compatible, Adina! —soltó furioso Domani, que fue el primero en salir de entre los árboles.

—Adina, ven aquí. —gruño el que supongo que es uno de sus compatibles furioso. La reacción de mi amiga fue simplemente apretar su agarre sobre mi mano y comenzar a temblar. Dio un par de pasos largos, sin embargo se detuvo cuando mi amiga dio dos pasos para atrás.

—No te atrevas o salto. —dijo y el rostro del que se supone es su compatible se llenó de dolor.

—Henar, por favor, hay que hablar. —pronunció creo que su compatible, sin embargo, la pelirosa se enganchó de la mano libre de Adina.

—Si se acercan, saltaremos. —dijo seria.

—Pero yo no quiero saltar. —susurré, recordando la última vez. —Recuerda la última vez: Henar salió llena de sanguijuelas, Adina casi pierde el pulmón y yo casi me quebró el brazo. —le dije en un susurro que resonó por todo el lugar.

—Suelten a mi compatible. A-H-O-R-A. —dijo cauteloso Bastian, pero con un tono severo y serio. —No querrán más problemas. —dijo, mientras se acercaba lentamente.

—Samay, ven preciosa. —dijo lentamente Lucian. Miraba de un lado a otro, entre mis amigas y mis ¿amigos?

Estaba entre la espada y la pared. ¿Quiebro una relación de toda la vida, por la que acaba de comenzar?

—Les dije que no se acerquen. —advirtió Adina, acercándome a ella.

—Adina, Henar, esto es absurdo. Recuerden lo de la última vez. —volví a repetir. Me gustaba hacer locuras, pero no volver a repetirlas.

5 están bien, pero, ¿15?Where stories live. Discover now