Capitulo 37

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Holaaa:) vengo a confirmar que tendremos la historia de Irina y Nian, y  que por aquí intento no hacer mucho spolieerrrr, pero ya confirmó que es distinto a todo lo que son Marcos y Jude. Cuando acabemos esta versión, empezaremos con la de elloooossss<3333

—¿No has dejado que te toque nadie más que ella?—Pregunta.

Marcos toma un momento antes de responder; sus ojos reflejan una mezcla de incomodidad e inquietud.

—No he permitido que nadie más me toque de la misma manera. No es lo mismo. Es como si... como si el contacto con los demás fuera superficial, sin un significado real. Solo con ella... —se detiene, buscando las palabras adecuadas—Sólo con ella es genuino, especial. Es difícil explicarlo —su voz se quiebra ligeramente—. Mi padre solía... solía ser violento, y el tacto siempre significaba dolor. Desde entonces, he evitado cualquier contacto físico. Sé que te lo he repetido miles de veces, pero es lo que hay.

—Entiendo. El primer paso es aceptar el perdón. Hablaremos de eso también. Ahora quiero saber, ¿qué sientes al confiarle tu piel a tu novia? —pregunta la psicóloga, tratando de cambiar el enfoque de la conversación.

Me mordisqueo las uñas y me dirige una sonrisa tímida.

—Al principio, fue aterrador. Había una parte de mí que temía que el contacto con ella pudiera despertar esos recuerdos dolorosos. Pero Jude ha sido paciente, comprensiva y, sobre todo, ha demostrado que su tacto es diferente.

Han pasado dos semanas desde mi cumpleaños y desde que la banda regresó de esa pequeña gira. Cuando él apareció en la residencia, me propuso acompañarle a una sesión de terapia. Así que hoy, aquí estoy, acompañándolo, y la verdad es que me siento bastante cómoda. No estoy segura de lo que se supone que debería hacer en estas situaciones. Así que lo único que hago es escuchar y estar atenta.

Al principio, al entrar, noté que Marcos estaba algo nervioso, probablemente porque llevaba días sin asistir. Sin embargo, a medida que avanzaba la sesión, presencié cómo se abría ante la psicóloga, compartiendo pensamientos que normalmente guarda para sí mismo. Por un instante, sentí esa especie de nervios que me impedían articular una palabra correctamente, para contestar.

La psicóloga hablo con Marcos sobre la gira y como se sintió durante esas semanas, entonces, decide cambiar la dirección de la conversación.

—Perdona que me meta en vuestra relación, ¿tenéis planeado el siguiente paso que queréis dar juntos?

—¿A qué te refieres...?

—Dar un paso más allá, vivir juntos, estabilizarse, o incluso, cambiar de ciudad...

La pregunta me sorprende un poco, pero comprendo su interés en explorar diferentes aspectos de la vida de Marcos.

—No hemos hablado específicamente de nuestros planes futuros, creo que estamos comprometidos con nuestra relación y queremos ver a dónde nos lleva—le responde.

—¿Sois más de no pensar en el futuro...?

—Si.

—He ido apuntando cosas a raíz de que Marcos ha ido viniendo a las consultas, y considero que ha mejorado en actitud, valentía y sobre todo en lo de su piel, luego considero que vivir juntos podría ayudaros a avanzar en la relación y experimentar cosas nuevas juntos. Si sentís que estáis estancados, podría ser una buena idea intentarlo para ver cómo os va.

—No habíamos pensado en ningún momento, en lo de vivir juntos—le dije.

—¿Cómo te has sentido tú, Jude, en los últimos meses...?—pregunta

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