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Akira.

No sé que está pasando.

Balazos...

Jodidos balazos y son tan jodidamente conocidos. Sientan tal cual aquella. Noche.

—¡Corre!—Escucho a Damon gritar se ríe a carcajadas.

Se ríe como un lunático.

Joder.

Le está haciendo lo mismo que a mí... Otra persona. Otra chica tal vez. Está sufriendo lo mismo que yo.

Maldita sea.

No puedo dejar esto así. No se puede quedar así.

Este maldito loco...

Está cubierto de sangre...

Me estremezco.

Recuerdo cómo me sacaron... Todo se siente como si lo estuviera recordando.

No puedo apartar la mirada de la ventana. Es imposible hacerlo. Ahora Damon está unido con sus hombres disparando.

Debe ser una chica.

Este hijo de puta está loco. Jamás conocí a un ser tan despiadado como él. ¿Qué no le basto con hacérmelo a mí?

Y ahora él... Se lo hace a alguien más

—Joder...—Susurro desesperada.

¿Cómo puedo salir?

Lo haré. De una forma y otra.

Se escucha un grito.

No es una chica.

Es un hombre...

Damon.

—¡Paren tiene que estar respirando para lo que planeo!—Apenas hablo ellos paran.

Esta vez me hacen caso.

—¡Que esto quede de ejemplo! ¡Los dejaré peor a ustedes si se atreven a siquiera pensar en traicionar mi confianza!—Señalo a Edgar.—¿Entendido?

—¡Si señor!—Responden todos juntos.

—¡IDIOTA!—Escucho un grito.

Oh no.

Joder.

No.

¿Qué hace ella aquí?

—Akira.

—¡Hijo de puta!—Grita y llega a mi lado corriendo. Tiene las manos ensangrentadas...

—¿Qué te hiciste?—Tomo sus manos rápidamente.

Pero ella las aparta mientras me golpea.

—Lo volviste a hacer. ¿Quién es esta vez?—Pregunta enojada y mira a quien está a mi espalda.

—Oh dios mío... ¡Edgar!—Exclama alterada.—¿¡Que le has hecho puto psicópata!?

—Akira...

Ella intenta correr hacia él, pero la detengo agarrándola por la cintura.

—Escúchame. Él lo merecía.—Digo intentando que nuestras miradas se junten.

Cuando lo hacen me estremezco.

—¿Cómo lo merecía yo?—Ataca.

Jamás vi tanto odio en los ojos de alguien...

—¿No lo sabías?—Pregunto con voz suave

—¿Qué?

—Él te entregó. Nos hizo creer a mí y a mis hombres que tú eras la puta rata traidora... Cuando era él. No le importó que fueras su jodida amiga. Te entregó. Acéptalo y deja de llorar.—Hablo fríamente.

Para que las palabras queden en su cabeza tengo que ser así. Frío.

—No quieras culpar a los demás por tus errores. Por tu culpa me dispararon. Tú lo ordenaste.—Dice con la misma frialdad.

—Akira...

Antes que pueda volver a hablar siento una punzada en el estómago.

Mis hombres levantan sus armas a ella.

—¡BAJEN ESAS MIERDAS!—ordeno.

—Pero Jefe... Está sangrando.

—Di una orden. A ella la protegen. Y apuntarle con las pistolas no es proteger ¡Maldita sea!—Grito.—Es sangre, maricas—Susurro— No me estoy muriendo.

—Akira.—me concentro en ella.

Está temblando.

Y siento que no es de miedo.

Es de rabia.

—Lleven a Edgar al calabozo. Que fierro lo mantenga con vida. Denle todo lo que pida de medicamento o cualquier mierda. Pero lo quiero vivo.—Ordeno.

Vuelvo mi atención a Akira. Y la levanto del piso para empezar a caminar.

—Creo que tienes un serio problema con apuñalar a las personas.—Agrego para romper el silencio.

—Solo a las que odio.

Me quedo en silencio. Sé que pronto eso cambiará.

O eso espero. Con esta mujer nunca se sabe.

—Quiero ver a Fierro.—Pide.

No. Mejor dicho ordena.

Ella no pide nada. Jamás.

Exige o lo toma simplemente.

—No.—Respondo rotundamente.

—Damon. Si no me dejas verlo por las buenas... te cortaré el puto cuello. Y está vez lo cumpliré.—Empieza a patalear.—No importa. Descubriré dónde lo tienes. Y me iré de aquí con él.

Me encojo de hombros y no digo nada.

No la dejaré ir.

—¿Cómo escapaste?—Me tambaleó cuando llegamos a la escalera.

—No te incumbe.

—Akira.

Me ignora.

Puta madre.

Se supone que la ventana del dormitorio estaba completamente cerrada.

¿Cómo escapó?

Tiene los nudillos completamente destruidos.

Es como sí...

Mierda.

Ahora no tengo tiempo para eso.

Edgar se va a morir. Y no puedo dejar que se muera así nada más. Aún falta algo.

La dejaré en mi habitación y pediré que la vigilen.

Después me encargaré de ella y de esa horrible camiseta que lleva. Que no es mía. Pero es de un hombre...

Me encargaré de ser rápido con el.

No pienso gastar más tiempo en un pedazo de mierda.

Nota: Omg. A Akira le encanta clavarle cosas a Damon jdjsj igual se lo merece.

Dominame ✓ [Terminada, primer Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora