el túnel

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La casa por dentro estaba muy desordenada, y sobre todo muy oscura. Vieron todas las habitaciones sin rastro de nada, los jóvenes estaban en la cocina de la casa.

---¿qué vamos a hacer? Ya vimos todo el lugar---decía Kennedy.

---no todo el lugar. En las escaleras que está cerca de la sala, allí hay un sótano. Pero tiene llave ---menciono Tobías mirando por la ventana.

---tengo un plan. Tobías va con Lauren al sótano, Kennedy y mi persona vigilamos---exclamo Adrián mirando a Lauren.

---sí, está bien. Vamos rápido, ¿tienen los radios? Por sí, acaso hablar por allí---Lauren agarra un cuchillo den la cocina.

Todos se armaron. Lauren y Tobías caminaron hasta llegar a la escalera, y vieron la puerta, pero estaba cerrada. Juntos trataron de abrirla, pero al final los dos dieron una fuerte patada rompiendo la puerta.

Lauren alumbró por todos lados mientras bajaba las escaleras. En el sótano oscuro y polvoriento, el aire denso y frío envolvía cada objeto viejo y olvidado. El suelo crujía bajo cada paso, mientras la débil luz de una lámpara titilaba en la distancia. Una colección de muebles antiguos cubiertos de telarañas se alineaba contra las paredes, como testigos silenciosos de los secretos que guardan allí.
Pero lo más intrigante era una puerta al final del sótano. Era imponente, con detalles tallados en madera que mostraban figuras grotescas y enigmáticas. La cerradura oxidada parecía desafiar a cualquiera que se atreviera a intentar abrirla.

El ambiente se volvía cada vez más tenso a medida que se acercaban a la puerta cerrada con llave. Susurros inquietantes parecían surgir de detrás de ella.
Lauren y Tobías buscaron por todos lados si veían la llave. Al final rompieron la puerta con una hacha que hacía en una esquina. Al romper la puerta vieron. La estrecha entrada revelaba un pasadizo angosto y empolvado que se adentraba en lo desconocido.
Con linternas en mano, avanzaban con cautela, sintiendo cómo el aire se volvía cada vez más denso y opresivo. El sonido de sus propios latidos resonaba en sus oídos mientras descendían por el túnel, dejando atrás la seguridad del sótano.
A medida que se adentraban en la oscuridad, el sonido de un llanto suave y desgarrador llegaba a sus oídos. Una voz temblorosa, llena de tristeza y angustia, parecía llamarlos desde el fondo del túnel.
El suspenso se apoderaba de ellos mientras avanzaban con paso vacilante, sus corazones latiendo rápidamente. El eco de los sollozos les hacía temblar, pero su determinación les impulsaba a seguir adelante.

Al llegar al final del túnel vieron a una niña amarrada en una silla, es la misma niña de la foto. La misma niña de cabello rojo, la niña tenía su ojo morado. Lauren se acercó a la niña que estaba llorando.
Con su voz temblorosa mira a la joven muy malherida.

---¿eres hermana de Rubín? ---menciono Lauren poniéndose de rodillas para mirar mejor a la niña.

---sí. . . ¿Quiénes son? No me hagan daño. Por favor ---la niña voltea su cara hacia otro lado para que no la miren.

---estamos aquí para ayudarte, necesitamos que nos ayudes también. ¿Quiénes son los hombres enmascarados?---pregunto Lauren desamarrando a la niña.

---no sé, siempre usan esa horrible máscara ---susurró.

Lauren suelta a la joven y escucha varios pasos en el túnel. Alguien se acercaba, los tres se escondieron dentro de un armario. Los pasos se acercan más, y sus sombras se miraban en el suelo.

---¡Lauren!, ¡Tobías! ---grito Kennedy.
Lauren y Tobías se miraron y salieron. Pero no venía Adrián.

---¿¡qué paso!? ---dijo Tobías.

---miren ---mostró una tablet.

Pues el lugar estaba lleno de cámaras y se veían los túneles. Se podía ver a Madison en una habitación amarilla, amarradas en una silla mientras en su brazo izquierdo sangraba.

Entre sombras y secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora