los números

19 18 5
                                    

Lauren se sentía devastada, su cabello estaba muy desordenado y sus ojos rojos de tanto llorar. Ese día decidió ponerse una camisa larga hasta más abajo de la cintura, color negro. Pantalón grande y ancho con unas, converse negras. 

Después del desayuno salió de la casa, sus padres no sabían nada. Pero antes de salir, entró a la casa otra vez y habló en un tono firme. Allí estaba su hermano y su madre e padre. 

---por sí, no les importa, tengo que ir hoy a la comisaría. Ayer yo y Kennedy fuimos perseguidas por un hombre, que al parecer nos quiere hacer daño. Y también porque hace unas semanas nos escribe el mismo número, nos acosan ---dijo en un tono firme mientras miraba hacia otro lado. 

---¿qué? ¿Como así? ¿Estás bien? --- la madre se acerca a su hija y la examina. 

--- ¿y cómo? ¿Qué hacían? ---dijo el padre. 
---Estábamos en el cementerio y de la nada... Mejor miren por sus ojos---saca su celular y les muestra la conversión y las fotos. 

---¡vamos de una! No... Porque hoy tengo que hacer algo en la escuela. Además, nos dirán cuando empieza los exámenes. 

---sí, tienes razón. ¿Como así que tú y Tobías estaban haciendo algo? No me digas que ya no eres Virgen ---dijo sería la madre.

---no hables de él, él y yo ya no estamos juntos y no pregunten gracias. 

Lauren se dirige hacia la puerta de salida, pero su padre se puso allí. 

---no vas a ir sola, yo te voy a llevar. Sí, ayer casi pasa una tragedia, me imagino que pasará después. 

---vale. 

Ambos salen por la puerta, pero al frente de la casa hacia allí un carro. Un Chevrolet Silverado, color blanco. De la camioneta sale una joven de cabello negro, es Kennedy. 

Ella rápido se acerca a Lauren y la abrazó, aunque en verdad Lauren se sentía incómoda. 

---antes de que digas algo... Así, Buenos días, Sr. Michael. Ya le conté lo que pasó a mi mamá, más tarde vamos juntas a la comisaría, y le dije que se podría buscarte. No está Madison, por si acaso---dijo con nervios. 

Es claro que Kennedy se siente apenada.

---¡buenos días, Kennedy! Un gusto verte, en verdad estoy muy aterrado con lo que pasó ayer.

---sí, ¿puede Lauren ir conmigo? ---dijo Kennedy. 

---claro, sí, ella quiere ---el hombre con cabello castaño mira a Lauren. 
---está bien, vamos juntas. 

Dentro del carro estaba la Sra. Julieta. Una señora casi alta con cabello castaño oscuro y ojos de color verdes, lucia un vestido elegante. El auto arrancó, durante todo el rato no se escuchó nada, no decían nada. 
Al llegar a la escuela estaba allí Madison y Tobías, Lauren se sentía muy molesta. Ambos estaban besándose, como si no pasará nada. 
Kennedy estaba muy mal también, se sentía tan culpable. Se llevó a Lauren hacia el aula. 

---si quieres nos cambiamos de puesto ---mira a Lauren. 

---sí, por favor. 

---suspira---. Allí, en la ventana, yo ya hablé con Karla y Kevin, ellos nos dejaron hacernos allí. Oye, en verdad. Perdóname. 

---sí, todo quedó en el olvido, solo. Dime por qué no me dijiste ---dijo Lauren.

---yo sabía desde la semana pasada, y antes de eso tenía mis sospechas. Cuando me dijo quién era no sabía cómo reaccionar, tuve mucha vergüenza. Y Madison me amenazaba, ella decía que sí decía algo, haría que me sacaran de la escuela, y arruinaría todos mis planes--- confesó con vos entrecortada. 

Entre sombras y secretos Where stories live. Discover now