∆ Cap XVI ∆ " Sentimientos"

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La princesa de Egipto junto a su dama se dirigían a la entrada trasera del palacio para no ser vistas por la guardia real, Amonet estaba angustiada por las decisiones tan precipitadas de su señora por ver a Oseias.

Ariadna quería asegurarse de que el estuviera bien después de los hechos pasados con Ikeni, tenía miedo de que algo malo le hubiera ocurrido o peor aún que el joven ya no quisiera  verla más.
La hija del Faraón mando a su dama a la villa de los hebreos para darle el recado a Oseias de encontrarse, ella aguardo con su túnica puesta para no ser reconocida aunque estuviera segura a la orilla del Nilo

Una voz que la hacía sentir en paz la hizo voltear de inmediato y ahí estaba el, estaban frente a frente una vez más mirándose el uno al otro, el hebreo encantado le dedico una sonrisa a la  princesa a lo que ella correspondió mientras se acercaban lentamente

— Oseias — dijo su nombre con un suspiro y corrió hacia el para abrazarlo a lo que el muchacho correspondió tan feliz

Sentirla una ves más tan cerca de el lo hacía sentir tan completo, los ojos de Ariadna dejaban caer varias lágrimas de por fin ver qué Oseias estaba bien, por otro lado Amonet solo podía sonreír al presenciar tan bella escena

— Me quedo aliviada de por fin verte — dijo al pasar sus manos por las mejillas del joven

— Tranquila — le sonrió — ese soldado no se va deshacer tan fácil de mi — bromeó a lo que la princesa le dio un ligero golpecito en el pecho

— Tenía miedo de que Ikeni te matará — lo miró preocupada

— Gracias a dios es que estoy vivo — colocó un beso en la suave mano de la princesa — pero dime una cosa, ¿Por acaso ese oficial fue el que te lastimó? — le preguntó y Ariadna se lo confirmo con la mirada

— Ikeni y yo tuvimos un pequeño romance pero después me reveló que solo quería llevarme a la cama — habló decepcionada bajando su mirada

— Oseias levanto el rostro de Ariadna suavemente

— ¿ Aún sientes algo por el? — pregunto, y en esos momentos se creo un silencio incómodo para ambos

Ariadna no sabía que responder, sabía que estaría mintiendo si dijera que no, pero lo que comenzaba a sentir por el muchacho hebreo cada vez se hacía más fuerte. Al no tener respuesta ante su pregunta oseias se mostró afligido  por la reacción de la princesa

— Es mejor que regrese al trabajo o Apuki notará mi ausencia — dijo apunto de marcharse pero fue detenido

— No quiero que pienses que he jugado con tus sentimientos Oseias..— lo miró con una lágrima al caer — es verdad que aún hay sentimientos por Ikeni pero cuando vi su espada apuntando hacia tu cuello me sentí tan aterrada— tomo aliento recordando los hechos — la idea de no poder verte más

— Quieres decir que te importo de verdad — sonrió con esperanza ante las palabras de la heredera

Ariadna confirmo con una dulce sonrisa en su mirada mientras sus manos se entrelazaban con las de el, ella suspiro ante Oseias, sus latidos se aceleraban más rápidos con cada roze, cada caricia.

El joven hebreo no pudo resistir más la tentación y sucedió, sus labios se fueron uniendo lentamente creando un cálido  beso, una sonrisa se formó en ambos volviendo a renacer su beso pero está vez fue un beso intenso en el que ambos no querían despegarse, se necesitaban el uno al otro, sus sentimientos no los dejaban en paz al igual que sus pensamientos.

La hija del Faraón sabía perfectamente que ponía la vida de su amado Oseias en Peligro, como reaccionaría su padre ante su relación con aquel esclavo que se rehusó a inclinarse ante el, sería un caos total pero su amor por el joven se hacía cada vez más fuerte, un sentimiento inevitable, un sentimiento que la unía a el

Mientras en el gran palacio del rey se encontraba el soberano de las dos coronas en la sala del trono junto a su madre.......

Mi pasado me asecha madre —

— Por los dioses Ramsés, ¿de que estás hablando? — cuestiono confundida la reina madre

— Recuerdas lo que sucedió hace   20 años — agrego el rey

— Pense que ese asunto lo tenías resuelto hijo — dijo preocupada

— Lo tenía madre — sollozo — pero desde hace unas lunas me atormenta en mis sueños, ¡¡Maldición!! — tiro con irá la copa al suelo

— ¡Por los dioses, controlate! — intercedió tuya — ahora entiendo tu discusión con el sumo sacerdote

— Paser está muy equivocado si cree que me va hablar así — enojado dijo —  si sigue actuando así tendrá que asumir las consecuencias!

—  Estás escuchandote hijo por Osiris, es el abuelo de tu hija! — hablo exaltada

— ¡Y yo soy el soberano de todo Egipto madre! — hablo imponente ante su trono — me debe total lealtad y respeto!

— Paser es un hombre sabio estoy segura que el no hará nada para desafiarte Ramsés, ni muchos menos sabiendo que Ariadna está de por medio —

— ¡No permitiré que use a mi hija en mi contra, madre! — exclamó con fuerza

— Por isis y Osiris cálmate hijo— subió las escaleras llegando ante la presencia del rey  — debes controlar tu irá, eres el rey y debes moderarte hijo

— Quédate tranquila madre mía — sonrió para ella — lo tengo todo bajo control

— ¿ Qué estas tramando Ramsés? — cuestiono a su hijo

— Nada malo madre, todo lo contrario haré razonar a Paser para que este asunto siga enterrado bajo tierra — dijo al mirar la copa de oro que sostenía en su mano

— Y que pasaría si el sumo sacerdote no está de acuerdo? — pregunto al bajar las escaleras

— Eso no pasará — hablo seguro plantando una sonrisa en su rostro

— ¿y si pasa? Mi nieta se enteraría de todo — respondió con miedo

— Mi hija no sabra nada — volvió a decir con seguridad

— Solo estate preparado querido hijo — dijo con dudas — No será fácil para Ariadna enterarse de que su madre está viva!

¡¡¡Continuará!!!

Un Amor Prohibido Where stories live. Discover now