Sin Intimidad

134 18 3
                                    

-¡Christian! –dijeron todos al verme llegar a la plaza, ese día Irving me había llevado y me iría a recoger temprano por lo visto.

-¡Hola chicos! –saludé con una sonrisa.

-Vaya viniste muy arreglado. –dijo Kyle mirándome de arriba para abajo.

-Pero así siempre me visto. –dije.

-De hecho. –comentó Vlad, traía una bolsita negra, ideal para esconder cosas. O robarlas.

-¡Vamos chicos, vayamos a comprar nachos! –lloriqueó Zail.

-Compraremos nachos si vamos al cine, por mientras no. –le regañó Kyle.

-¡Cómprale los cochinos nachos para que se calle! –exclamó Vlad y me reí mucho. Al final sí los compramos.

Estábamos sentados en una cafetería viendo pasar a las chicas de por ahí, Vlad no participaba mucho, él se ocupaba en su malteada, yo pedí café aunque no sentaba muy bien con los nachos que acabábamos de comer.

En eso, pasó una chica con minifalda.

-Muy corta para mi gusto. –comentó Kyle tomando un sorbo de su malteada de fresa.

-A mi me gustan más las mujeres que usan Converse y jeans. –opinó Zail sorbiendo lo último de su refresco.

-Qué hípster eres, Dios mío –bromeó Vlad –vete a un Starbucks.

Todos reímos.

-Siempre he querido saber cómo sería usar falda. –dije chupando la cuchara del café, me gustaba el frío del metal y el sabor que aún le quedaba a mi café con 3 sobres de crema y 2 de azúcar. Intercambiaron miradas maliciosas y luego...

Luego fue mi perdición.

-¡Señorita! –la llamó Kyle, estábamos en una tienda de ropa para mujeres, Zail me llevaba tapado de la boca y Vlad estaba conteniendo la risa lo más que podía. –Dígame qué opina sobre la ropa de esta niña. –dijo señalándome, gruñí.

-Uh... ¿está bonita? –respondió confundida y nerviosa, se notaba que había empezado a trabajar ahí.

-¡No! –exclamó Kyle asustándola. -¡No está para nada bien! ¡Cualquiera diría que es un hombre!

Quería gritar para decirle que era realmente un hombre, pero quería ver cómo terminaba esto.

¿En verdad era tan estúpida como para creer que era mujer o en verdad yo parecía una?

-Pues... -balbuceó la señorita encargada.

-¡Así es! Esta mujer necesita un cambio. Déjeme escogerle la ropa adecuada. –hizo un gesto con la mano y lo seguimos hasta los vestidores.

-Pero esos vestidores son de... -trató de decir la señorita, pero fue interrumpida por una pose muy chistosa de Kyle.

-No se preocupe, soy gay, y él y él. –dijo señalando graciosamente y exagerando el movimiento de manos a Vlad y a Zail.

Todos tomaron faldas, bikinis y vestidos, me llevaron riendo hasta los probadores y se sentaron enfrente de mi puerta esperando a que saliera para tomarme fotos.

-Los mataré. –mascullé tratando de ponerme una falda rosa. 

-Nosotros también te amamos, darling. –se burló Zail. Oímos que la puerta de los probadores se abría y Vlad y Zail corrieron a meterse en mi probador.

Between Games! Where stories live. Discover now