Capítulo 25.

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Lunes 05/06

Josuke Joestar normalmente ponía atención en todas sus clases. Algunas veces se aburría, pero en su mayoría trataba de estar atento, sin embargo ese día le resultó imposible concentrarse. Cada clase le perecía mucho más larga de lo normal y lo peor era que apenas transcurrió su primer periodo.

— Oye, Josuke ¿No vas a cometer eso? — Okuyasu llevaba un buen rato observando el emparedado de jamón y queso de su amigo, preguntándose porqué aún no lo comía pese a lo bien que se veía.

— Sí, solo... En un rato — Josuke tenía la mirada fija en la distancia, pero sabía de las intenciones de su amigo de robarle su comida por lo que se aseguró de dejarle en claro que sí la comería.

Okuyasu frunció los labios y mejor se concentró en su almuerzo. Siempre apreciaba y disfrutaba del almuerzo que su hermano mayor le preparaba, sabiendo que se levantaba muy temprano para ello, pero a veces no podía evitar desear algo diferente a la comida japonesa que su hermano siempre le preparaba.

El par de niños se encontraba almorzando en la cafetería de su escuela, pues era la hora del almuerzo. Solían pasar todo el tiempo juntos lo que significaba que naturalmente almorzarían juntos y aunque no se negaban a convivir con el resto de sus compañeros de clase, preferían tener ese momento de privacidad solo para ambos.

Los almuerzos del par siempre eran muy animados y llenos de risa, bromeaban y conversaban de cualquier cosa, pero justo ahora Josuke no podía dejar de pensar en un mismo tema.

— ¿Sigues pensando en cómo vas a hacer que tu papá se haga novio de tu tío? — Preguntó Okuyasu sabiendo muy bien qué es lo que pensaba su mejor amigo.

— Sí — Josuke suspiró y se dejó caer sobre la mesa. — no pude dejar de pensar en eso, pero no se me ocurre nada —.

— ¿Por qué no? Pensé que sería fácil porque el señor Caesar ya conoce a tu papá y se llevan muy bien — Según las películas de romance, el punto más importante es conocer bien a la persona por lo que Okuyasu pensó que la misión ya iba un poco adelantada.

— Sí, pero... — Josuke frunció los labios y las cejas. — No estoy muy seguro de que el tío Caesar quiera ser el novio de papá —.

— ¿Por qué no? —.

— Porque... No sé, solo lo presiento —.

Okuyasu bebió de su cartón de juego con la mirada en el techo por unos segundos, pensando en cómo podría ayudar a Josuke e intentando recordar algo de alguna película romántica.

— Oye, Josuke ¿Hace cuánto que tu papá y el señor Caesar se conocen? —.

— ¿Hace cuánto? — Josuke arqueó las cejas e intentó recordar. — No estoy seguro, pero ya se conocían antes de que yo naciera —.

— Wow, entonces son mejores amigos desde hace mucho —.

— Sí — Josuke se incorporó en la banca.

— ¿Y cómo fue que se conocieron y se hicieron amigos? —.

Nuevamente el niño Joestar buscó entre sus recuerdos la respuesta a esa pregunta.

— Eso... No lo sé — Se cruzó de brazos frunciendo el ceño, indignado al desconocer ese dato tan importante.

— ¿Y por qué no lo averiguas? Quizás así se te ocurra qué hacer para que se enamoren — Dijo con la pajilla en la boca.

— Tienes razón ¡Es una gran idea, Okuyasu! — Exclamó recuperando un poco del ánimo y entusiasmándose.

Okuyasu sonrió mostrando todos sus dientes e infló el pecho en orgullo, pero su pose de gloria no tardo en deshacerse.

Star Kids - Jojo's Bizarre Adventure Donde viven las historias. Descúbrelo ahora