Capítulo 11.

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14/05/2023

Josuke Joestar dormía plácidamente en su cómoda cama, envuelto en sus mantas por completo, exhausto por toda la actividad del día anterior.

El niño de casi 9 años dormía plácidamente sin percatarse de la hora, se la había pasado tan bien el día anterior y estaba tan agotado que olvidó el compromiso que tenía para ese día. De no ser por su padre, quizás habría pasado toda la mañana durmiendo.

— Josuke — Le llamó desde el otro lado de la puerta y al no recibir respuesta decidió entrar.

Joseph Joestar vestía ropa casual y cómoda, ya que era domingo, su cabello lucía el mismo peinado desordenado de siempre y en su rostro se podía percibir cierto toque de cansancio. Era el mismo cansancio que mantenía dormido a su hijo, pero pese a que le entendía, no podía dejarle dormir mucho más.

— Hey, arriba pequeño Jojo — Se acercó a su cama para removerle. — Tienes que levantarte ahora o se te hará tarde —.

Josuke se removió entre sus mantas y se cubrió la cabeza con ellas, indispuesto a levantarse.

— Vamos, amigo, despierta — Se sentó al borde de la cama sin dejar de moverle. — ¿Ya olvidaste los planes para hoy? Vamos, arriba, se hará tarde y harás esperar a tu mamá —.

Eso al parecer dio resultados, pues el niño apartó las mantas de su rostro y miró a su padre con los ojos entrecerrados.

— Mamá no debe tardar en llegar para su tarde juntos — Joseph lo intentó una vez más.

Entonces, como si hubiese recibido una inyección de energía, el niño apartó todas sus mantas y se incorporó de un salto.

— ¡¿Qué hora es?! — Cuestionó increíblemente alterado.

— Las 9 —.

— ¡Oh no! — Imitando el curioso gesto de su padre, Josuke se llevó las manos al rostro con una expresión de preocupación. — ¡Es tarde! ¡Tarde! —.

Ante la mirada de su padre, el niño se levantó de la cama en un salto y fue de inmediato a su baño para lavarse los dientes luego de recordar que su madre pasaría por él a las 9:30 para salir a desayunar juntos e iniciar su día de madre e hijo.

Joseph mentiría si dijera que no le causó gracia ver a su hijo tan apurado, pero se compadeció de él y evitó burlarse por esa ocasión.

— Te prepararé un cambio de ropa, hay que darnos prisa, a no ser que por hoy quieras llevar otro peinado —.

— ¡Jamás! — Se le escuchó desde el baño.

Joseph sonrió divertido, sabía bien que su hijo se negaría y solo quería molestarle un poco. Se levantó de la cama y fue al closet de su hijo para elegir su ropa, decidiendo que la elección correcta sería alguna de las prendas que su madre le había regalado.

Joseph Joestar usualmente habría molestado un poco más a su hijo, pero sabía muy bien que el tema de su madre era muy importante y especial par él, por lo que se contuvo. Josuke amaba mucho a su madre y siendo que no vivían juntos ni en la misma ciudad, cada oportunidad para estar con ella era muy valiosa para él.

Luego de cambiarse rápidamente, el padre ayudó al hijo con su peinado como cada mañana, usando la mayoría del tiempo en eso pues el niño solo demoró 15 minutos en cepillarse los dientes, lavarse la cara y ponerse la ropa; Los otros 15 minutos se usaron exclusivamente para el peinado, pero pudieron ser más. Justo a las 9:30, ambos bajaron al primer piso, donde la abuela del menor esperaba en la sala de estar.

— ¡Buenos días, abuela! — Josuke fue inmediatamente a saludar a su querida abuela.

— Buenos días, Jojo — Elizabeth correspondió a su saludo con una sonrisa y un pequeño abrazo. — ¿Cómo te sientes? ¿Estás cansado por la fiesta de ayer? —.

Star Kids - Jojo's Bizarre Adventure Where stories live. Discover now