capitulo 4

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Después de un par de pesadillas en las cuales bailaba con Josh y este me lanzaba por los aires para luego dejarme caer en una piscina inmensa llena de la sustancia verde desconocida, por fin pude conciliar el sueño y descansar un poco.

Desperté temprano sintiendo unas manitas halar mi pelo con fuerza.

--¡hey! --exclamé confundida --. ¿que están haciendo?-- pregunté intentando quitarme a mis hermanas de encima.

--no te muevas ---ordenó Alicia mientras halaba una vez mas mi cabello.

Sofia me obsequio una sonrisa
--estamos jugando a las princesas -- respondió colocándose un collar de juguete.

Negué con el rostro recordando todas las cosas que debía hacer
--Lo siento debo ducharme --me disculpe con una mueca triste en mis labios.

Alicia giró su cabeza en dirección a la ventana con una expresión de decepción en su rostro haciendo que me sintiera como la peor hermana de la historia

--¿ ya no nos quieres?-- preguntó Sofia con los ojos vidriosos.

Un nudo se formó en mi garganta y sentí mi corazón estrujarse

--claro que si , ustedes son mi mundo--afirmé despeinando sus rizos rubios

--ya no juegas con nosotras -- respondió Alicia con seriedad sin mirarme a los ojos

Así eran mis hermanas mientras Sofia era expresiva y directa Alicia era mas reservada con sus sentimientos.

--escuchen en los últimos días he estado ausente pero es por que las quiero un montón a las dos, algún día lo entenderán.

Después de decir eso me levante de la cama y me dirigí a tomar una ducha pero fui detenida por Alicia la cual me detuvo como si de eso dependiera la tierra.

La observé extrañada sin entender por qué lo hizo.

--es que...tengo hambre--dijo titubeante.

- -quiero cereal con leche de fresa -- agrego Sofia con un tono de voz mas casual.

Reprimí una carcajada al observar su comportamiento extraño --claro después de tomar la ducha voy a comprar...

--¡ ahora! --gritaron mis hermanitas al unisono.

Después de perder la discusión contra mis hermanas y dejarlas al cuidado de Carmen salí tal y como estaba sin mirarme al espejo a buscar el desayuno de las niñas en una pequeña tienda cercana.

Las personas en la calle me observaban de una forma muy extraña y el vendedor al verme murmuro algo sobre los jóvenes que abusan de el alcohol , ignore el comentario y busqué la leche de fresa y el cereal el cual estaba fuera de mi alcance debido a su altura.

Después de varios intentos fallidos decidí pedirle ayuda a un chico alto y musculoso vestido con ropa de gimnasio que miraba bebidas energéticas.

--disculpa-- llamé su atención tocando su hombro --. ¿podrías ayudarme a bajar esto?--pregunté señalando el cereal.

El chico volteó su rostro y al verme quedó estupefacto
--¿ Nina? -- preguntó Josh mirándome atónito con preocupación en su rostro.

Rodé los ojos al notar a quien tenia enfrente.

--tenias que ser tu--murmuré para mis adentros --. ¿me ayudaras o no?--pregunte indiferente.

Josh miró a ambos lados confundido
--¿te sientes bien?

Suspiré exasperada sin entender que le sucedía
- -¿ desde cuando te importa como me siento Josh ?--cuestioné colocando mis manos en mi cintura --. Hoy todos están muy raros--susurré.

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