Etéreo

Jugo en Copa.

– Pues eso sería lo que falta en la casa pero todavía no me ha dicho que quiere que preparé para la cena de esta noche — la encara

– Lo he estado retrasando porque no tengo idea — suspira terminando de anotar en la lista que estaban haciendo de las compras — ¿Salmón?

– ¿Y usted que va a comer?

– Tienes razón, se me olvido — piensa por unos segundos — Filete, a todos les gusta y se les puede dar el gusto fácilmente, el mío lo cocinas bien y listo  — continúa anotando — De guarnición ensalada, podríamos servir pasta también

– Entonces ya esta listo, le pediré a Carlos que me lleve para hacer las compras

– De postre compra ese helado que venden en el supermercado, el de vainilla, con lo que tenemos aquí nos la arreglamos para ponerle caramelo o nueces

– Pensé que querría servir el budín de pan que quedo

– Ni de chiste, ese es para nosotros nada más, sin mencionar que si mi suegra se entera que es del día anterior — sonríe negando arrancando la hojita

– ¡Uf! Le daría algo a la señora Ivanna

– Exactamente ¿Tienes la tarjeta de descuentos?

– Si señora

– Bueno con eso nos saldrá mil veces más barato porque son muchas cosas — revisa su cartera — Ay estamos de suerte, tengo efectivo

– Todavía recuerdo esa vez que tuvimos que ir hasta el cajero automático porque se le olvidó sacar el dinero de la tarjeta

– Es que ahora que ya no salgo prácticamente no saco — lo cuenta — Creo que esto es lo que quedó hace semanas... Hasta sobra — sonríe contenta — Bueno aquí te lo dejo, en caso de que falte te deje un poquito más, deja le aviso a Carlos por ti

– Gracias señora, no regresaré hasta traerle todo — ríe

– Ay ojalá consigas todo porque volver a mandarte hasta allá, sólo de pensarlo me canso por ti Delia — toma el teléfono de la casa

– No se preocupe que a mi me encanta ir, siempre hay un muchachito guapo que carga las cosas en el carrito

– Ese es un gran incentivo para ir — sonríe — Hola Carlos, necesito que vengas con la camioneta, debes llevar a Delia al supermercado y esperarla

– No hay problema, ahora voy señora

– Gracias — cuelga — ¿Las bolsas de tela las tienes?

– Si, oiga pero si Carlos va a llevarme ¿Quién recoge a los niños de su clase de natación y fútbol?

– Esteban, no te preocupes que esta todo arreglado, vete tranquila con Carlos

– Ah pues si es así — sonríe recogiendo el dinero y la lista — No me tardo señora