Tarde de Juegos.

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Al final Marcia no pudo llegar para almorzar juntos porque le salió una reunión importante de último momento, así que le tocó a Esteban encargarse de los niños

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Al final Marcia no pudo llegar para almorzar juntos porque le salió una reunión importante de último momento, así que le tocó a Esteban encargarse de los niños. Los fue a buscar del colegio, compraron las figuras para el álbum y volvieron a casa para almorzar juntos; como Inés tampoco iba a poder pasar la tarde con ellos y los niños quedaron algo decepcionados, Esteban tuvo una idea que probablemente su esposa no la aprobaria pero como ella no estaba allí, no debía de enterarse. Luego del almuerzo preparo a los niños y salieron a recorrer el centro comercial.

Antes de que los tres se instalarán en el área de juegos, pasaron a "mirar" que juguetes nuevos habrían llegado a una de las jugueterias que solían frecuentar; de los momentos que más amaba con sus hijos eran estos, poder pasar ratos largos en la jugueteria viendo legos, coches a control remoto, pistas de carreras, pistolas que lanzan tubos de goma espuma o pelotitas. Si señoritas, Esteban era un niño más ¡Y ni modo! Marcia lo sabía cuando decidió casarse con él; puso a ambos niños dentro de un carrito y como todo padre [presente por supuesto, no como el de la mayoría] empezó a correr empujando el carrito por los pasillos.




– ¡Pa! No tenemos de esos — señala

– ¡No puede ser! — lleva el carrito hasta esa góndola — Son los que se llenan con esas pelotitas de gelatina

– Orbees pa, se llaman orbees

– Necesitamos llevarnoslo

– Pero yo quiero ver los legos — se quejó Rafa — Prometiste que íbamos a buscar el de Batman

– Y vamos a ir por el, nomas deja que revisemos las pistolas, piensa Rafa ¿Sabes cuantos orbees le caben?

– No

– Yo tampoco pero como esta bien grande, lo más probable es que sea más de 100, podríamos armar una batalla en el jardín

– ¿Con las sillas como fuertes? — indaga Hugo

– Con las sillas, el sillón que mando poner tu mamá ¡Con todo! Hasta puedo conseguir unos barriles para que sea más real, entonces ¿Pistolas o Legos?

– Pistolas pero luego vamos por los legos, lo prometiste

– Y yo cumplo, claro que si — los ayuda a ponerse de pie — ¿Cuál nos llevamos?




Tardaron más de lo pensado escogiendo sus pistolas, ya que no podían ser muy grandes porque sería difícil manipularlas para Rafa pero tampoco lo querían dejar fuera, así que se pusieron a revisar todas las pistolas y luego finalmente se pasaron al pasillo de los legos, ahí también estuvieron un buen rato pues aunque Esteban no era muy fan de armar legos, sus dos hijos si y debía admitir que eran muy buenos para esas cosas; luego de salir con varias bolsas de puro juguete corrieron para el paraíso de todo niño, el área de juegos.




– Oscar, te encargo las bolsas, llevalas a la camioneta por favor

– Patrón, la señora ha estado llame y llame a la casa, Esperanza tuvo que decirle que salió con los niños

Etéreo Where stories live. Discover now