Café y Muebles.

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Al final pacto con Ricardo verlo mañana y prometió que hablaria con Lucrecia para tratar de llevarla a la firma, lo que no veía difícil ya que su pobre cuñada empezaba a deprimirse porque le hacía falta trabajar, tan sólo hoy le había mandado como 20 mensajes diciéndole lo mucho que odiaba estar sin hacer nada en su departamento, por eso se puso a limpiarlo de arriba abajo, mientras ella siguió comprando otro par de cosas para la casa, además del pastel de chocolate que le prometió a Hugo.

De ahí le mando un mensaje a Esteban para avisarle que ambos se encontraban en la nueva casa, estaban trayendo los electrodomésticos como la nevera, reemplazo la cocina y agregó un lava platos, también llegaba la lavadora y secadora para el cuarto de lavado. Sin mencionar todo lo que encargo esta mañana en las tiendas.

En lo que los muchachos instalaban todo ella se puso cómoda en el sofá con Hugo, debía distraerlo para que no se le ocurriera ir justo donde estaban trabajando, al principio fue fácil, con su peluche bastaba pero luego había más y más ruido, haciendo que su curiosidad incrementará, entonces recurrió al juego de manitas calientes, lo sentó sobre su regazo y comenzó el juego.

La risa de Hugo era bastante contagiosa en especial cuando la pasaba tan bien pero ningún juego es suficiente para mantener a los niños quietos así que su último recurso fue abrazarlo mientras le hacía conversación.




– ¿Cómo me llamo? Hugo — besa su mejilla para llamar su atención — ¿Cómo me llamo?

– Mami

– Si, yo soy mami ¿Y tú cómo te llamas?

– ¡Ubo!

– ¿Ubo? — ríe

– Si, Ubo

– Lamento llegar tarde — entra — Había mucho tráfico, hola mi amor, hola campeón — sonríe

– Hola cielo y no te preocupes, estábamos aquí charlando

– ¿Ah si? — se sienta a su lado — ¿Y de que charlaban?

– Trato de que ejercite su vocabulario, dile a papi como te llamas

– Ubo

– Mucho gusto Ubo — toma su manita

– Mi cielo ¿Puedo pedirte un favor?

– Lo que quieras amor

– Ves esa caja de allá, es un corralito para Hugo ¿Lo podrías armar? Es que aquí hay mucho por hacer y ya se aburrió de estar sentado o sin moverse

– Ahora lo armo ¿Qué más llega hoy?

– Ahora están trabajando en la cocina y el cuarto de lavado, después van a traer más muebles para el estudio y los cuartos

– ¿Los muebles se deben armar verdad? — toma el cuchillo sobre la mesa y abre la caja

– Si por eso vamos a estar aquí un par de horas y la nevera debe estar encendida toda una noche sin nada para que funcione

– ¿Qué más vas que poner aquí en el corral?

– La otra caja de ahí tiene la colchoneta para que no se lastime al jugar ahí y también es por si se duerme

– ¿Y si quiere jugar con sus bloques?

– El corral es más grande que la colchoneta, tiene mucho espacio para jugar y acostarse — sonríe cuando él la abraza — Ay pero que niño más amoroso — besa su cabeza

– Niño no, Ubo

– Bueno — ríe — Que Hugo más amoroso... ¿Necesitas ayuda?

– No, yo puedo, sólo deja que lea un poco las instrucciones

Etéreo Where stories live. Discover now