Promesa.

335 46 26
                                    

Fueron unos cuatro días bien largos de reposo absoluto para Marcia, la obstetra vino a revisar un par de veces  confirmando que todo se encontraba excelente, ninguna amenaza de aborto aparente, el estrés había bajado considerablemente y por supues...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Fueron unos cuatro días bien largos de reposo absoluto para Marcia, la obstetra vino a revisar un par de veces  confirmando que todo se encontraba excelente, ninguna amenaza de aborto aparente, el estrés había bajado considerablemente y por supuesto ninguno de esos días tuvo sangrado, lo que era un gran alivio para los futuros papás, le fue liberada la opción de salir de la cama sin embargo todavía debería de llevar las cosas en calma, lo que no era una molesta para Marcia pues acababa de decidir que pasaría en casa hasta cumplir el cuarto mes, quería descansar del trabajo y de paso convivir más con sus hijos.

Recordaba que cuando llegó Rafa se hizo un poco complicado [por no decir bastante] darle atención a ambos niños, ella estaba pasando por una depresión post parto también, pensar en ello le hizo reflexionar bastante así como su estadía corta en el hospital; era hora de detenerse, disfrutar su embarazo, darle amor en exceso a los chicos porque una vez llegará el bebé la atención de ambos estaría más bien direccionada en hacer que ese pequeño humanito duerma bien, no tenga problemas para comer y cambiar muchísimos pañales. Tenía dos super niños que probablemente ayudarían a cuidar del bebé pero aún así no quería desperdiciar este pequeño pedazo de tiempo para disfrutarlos bien.

Al cumplir las 11 semanas de embarazo ya había un cambio significativo, una pequeña curva nueva que adornaba su cuerpo, estaba a una semana de finalizar el tercer mes e iniciar el caótico pero bonito cuarto mes, donde con algo de suerte podrían descubrir el sexo [Ya que para variar no lo habían podido saber estas semanas] sentir los primeros movimientos y pataditas, ya el feto tenía más bien aspecto de un bebé aunque se seguía viendo un tanto raro para sus hermanos, sin embargo estaban amando por fin ver a su mamá con panza que aunque fuera pequeña todavía ¡Ya era panza!.






– Mami — se recuesta a su lado sobre el césped

– ¿Qué paso mi cielo? ¿Te cansaste de jugar? — sonríe al verlo hacer un puchero — ¿Qué le pasa a mi bebé?

– ¿Podemos ir otra vez al hospital para ver al bebé?

– La cita es dentro de dos semanas mi amor, hay que esperar

– Pero quiero verlo

– ¿Y si te enseño el video de la ecografía de nuevo? Para que podamos esperar estas dos semanas

– Bueno

– ¡Rafa! Ya cargue las pistolas de agua

– Ve a jugar con tu hermano y te lo enseño después

– Bueno pero me lo enseñas mami

– Claro que si mi amor, no se vayan apuntar a la cara por favor ¡Hugo! Mi cielo, nada de apuntarse a la cara

– ¡Si ma!






Los observó por unos minutos hasta que parecía que ninguno de los dos se lastimaria, cerró los ojos pero escucho unos pasos acercándose así que no se puso muy cómoda, si era Esteban iba a pedirle que se levantará de ahí por suerte se trataba de Lucrecia quien había vuelto a su casa ya hace un par de semanas pero venía seguido a la casa para que Esteban fuera a trabajar sin que este molestando a Marcia.






Etéreo Where stories live. Discover now