Selever es un joven demonio que vive con sus padres y si hermana Rasazy en un iglesia que realmente es un refugio para su madre quien se oculta tras las ropas de una moja con el único propósito de hacer que otros lleguen al cielo, pues ella no pudo...
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Nuevamente vuelve a verse la imagen del joven demonio dirigirse hacia sus amigos, los tres chicos se habían perdido en un juego de estrategias que consistía en esquivar meteoritos, este los mantuvo entretenidos hasta que uno de los chicos alzó su voz en un momento crucial para anunciar que Selever regresaba a el grupo, al hacerlo el más bajo del grupo se quejó en voz alta con su amigo pues su voz lo hizo alarmarse haciéndolo perder el juego tras chocar si nave contra un asteroide.
- ¡Maldita sea, Lucian! ¿Tienes que hablar cuando estoy a punto de batir mi propio récord? - Expresó su molestia tirando de la camisa del más alto para que éste esté a una altura cercana a la suya.
- Llevas intentándolo tanto tiempo que ya no te creó eso - Se mostró burlón batiendo su fleco hacia atrás para retirarlo de su rostro y que este no le impido mirar a Abby con una mirada burlona, la cuál a él le parecía molesta de ver.
- Te lo demostrare en el próximo turno
Ambos chicos volvieron al juego, golpeándose de hombros entre ellos debido a la cercanía entre ellos.
- Los veré luego chicos. No tengo interés en quedarme más tiempo aquí
Selever se despidió en un tono de desinterés y sin esperar la respuesta de los chicos llevo sus manos a sus bolsillos para salir del sitio con la mirada baja y sin demostrar algun sentimiento, era difícil saber que pasaba por su mente al salir.
En cuanto dobló la esquina pudo ver de ese lado a Kapi. Éste estaba simplemente parado frente a la calle mirando un punto fijo como si esperará el transporte. Algo que llamó la atención de Selever era el hecho de que se encontraba en el lado incorrecto ya que el autobús se detenía en la cera de enfrente. Se detuvo pensando en el problema que estaba teniendo el felino, debido a que cuando notará que el bus pasaba en el lado contrario tendría que cruzar la calle pero cuando eso ocurriera el semáforo peatonal estaría en rojo así que no podría cruzar y alcanzar su transporte.
- No alcanzará el bus allí donde está ¿debería decírselo?
Pensó un segundo antes de que sus pensamientos fueran interrumpidos por una idea nueva.
- ¿quiere llorar?
Notó la forma en la que el entre cejó de Kapi se curveaba por instantes como si contuviera un fuerte dolor. Del mismo modo sus ojos parecían apagados y rojizos a la vez, como si los hubiera frotado anteriormente. Parecía estar tan inmerso en sus pensamientos que no le importaba lo que ocurría a su alrededor y tampoco notaba que a varios metros se encontraba Selever mirándolo con molestia e impotencia. Sabía que él era el culpable de todo pero no podía acercarse a calmar el dolor de su amigo pues al hacerlo solo le provocaría más daño.
Se odiaba ¿odiaba haberle permitido besarlo? No, realmente no se odiaba por eso. Solo odiaba haber dejado que Kapi cayera envuelto en aquel encantamiento. De no ser así quizás las cosas entre ambos hubieran transcurrido de forma natural y Selever no tendría que guardar su distancia. Después de todo ese hechizo volvería a Kapi alguien dependiente de Selever, sin opiniones propias y sin control de sus emociones. No se permitiría ver cómo Kapi iba perdiendo su esencia para volverse su esclavo.
