10. Sinceridad

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- ¿Tienes algo más que decirme? - le repitió su padre.

Yoyo se había quedado pensando si decirle su deseo pero no quería que se enfadara con ella.

- No, nada. Gracias por haber venido...

- Era mi deber. No tardes mucho en volver, ¿vale?

Ester se dió cuenta de que Yoyo estaba pensando en decir su deseo y que no se atrevía, decidió hablar con ella.

- Perdone señor Thomas, ¿podría esperarse aquí un momento? - mientras decía esto se llevó a Yoyo a un lado un poco alejado.

- ¿Pero qué haces? - le dijo -. Mi padre tiene que irse a trabajar, no querrás que le diga... No, no se lo voy a decir.

- Vamos, esta es tu oportunidad, está muy orgulloso de ti y seguro que te entiende.

En ese momento Yoyo sintió que era muy pequeña, demasiado. Gracias a la constelación de La Osa Menor se estaba volviendo tan pequeña como un guisante.

- Vale, Ester, dime por favor que te has vuelto gigante y que yo no soy enana...

Ester empezó a reírse hasta que a ella le pasó lo contrario, creció casi un metro más.

- Sí, tienes que decírselo AHORA.

Yoyo, a regañadientes, se subió a la mano de Ester y esta se acercó a Thomas.

- No diga nada de su tamaño o del mío, solo escuché a su hija.

Entonces, ante la mirada asombrada de todas, Yoyo empezó a hablar lo más alto que podía para que su padre le escuchara.

- Papá, sé que tienes miedo, todos lo tenemos. Pero no me puedes tener toda la vida como un pájaro en su jaula, soy humana y necesito relacionarme, tener mis tareas y responsabilidades... No digo que no me protejas y me des un montón de responsabilidades pero, me gustaría tener algunas...

Thomas sonrió y asintió.

- Sé que te he tenido como un pájaro atado sin poder mover sus alas y lo siento, al tener miedo no me dí cuenta de que no te estaba haciendo nada de bien. Sí tú quieres que te deje ir a tirar la basura o ir a comprar el pan o cualquier otra cosa, hazlo... No soy nadie para decirte que no.

- ¡Eres el mejor padre del mundo! - le dijo mientras se abrazaba, ahora con su tamaño normal.

- Ahora que Yoyo ya no es una constelación, La Osa Menor debería estar en el cielo - dijo Cloe mientras todas miraban al cielo. Allí estaba, sonriendo a Yoyo desde lo más alto del cielo.

Constelaciones De Vidas Where stories live. Discover now