7. Buscando excusas

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Todas se habían quedado trastornadas, el padre de Yoyo (que además es policía) iba a venir en ese momento.

- No, por favor... Qué no venga tú padre, por favor... - Andrea estaba al borde del desmayado, la mejilla no dejada de sangrarle.

- Sí queréis le podemos decir que ha venido un hombre y no le decimos que era tu padre pero tarde y temprano se lo tendrás que decir si quieres dejar de ser Andrómeda.

- Yo prefiero que se lo diga ahora, por lo menos no le digas su nombre pero estará al tanto y podrá curarte las heridas... - dijo Zoe.

- Pero que le diré de la piedra...

Todas se quedaron en silencio, no habían caído en eso...

- Pues dile la verdad, aún que no nos crea por lo menos no te tendrás que inventar nada... - dijo Fiona, ella no era nunca partidaria de la mentira y de engaño.

- Tampoco es mala idea, mi padre nunca me cree cuento le digo cosas así, aunque suele ser mentira... - dijo Yoyo entre risas.

En ese momento vieron y escucharon la sirena de un coche, y apto seguido vieron al padre de Yoyo bajar corriendo hasta donde se encontraban las chicas.

- ¿Estáis todas bien? - preguntó mientras abrazaba a su hija.

- Si papá, bueno... Casi todas...

Entonces el padre se percató en Andrea y fue hasta ella corriendo.

- Pero, ¿qué te ha pasado? Tienes toda la cara llena de sangre... - entonces vio la piedra a la que estaba unida y se giró a su hija -, ¿me puedes explicar que pasa aquí?

Yoyo miró al suelo y le contó toda la historia a su padre, que le miraba con asombro y curiosidad.

- Entonces ahora sois las constelaciones y por eso no están en el cielo... - entonces se echó a reír, lo había visto muy absurdo pero en cierto modo sabía que era verdad -, ¿y por qué me has llamado?

- Pues verás, mientras estábamos asombradas por lo de las constelaciones aparecieron los padres de Andrea y se pusieron a pegarle... Me agarraron del cuello porque conseguí que no le estanparan un vaso en la cabeza, pero estoy bien gracias a Nora que se lanzó y le pegó un puñetazo. Entonces el padre dejó sin respiración a Nora pero como es un Fénix revivió. Mientras el padre de Andrea y su madre se pusieron a pegarle un puñetazo en la mejilla y en el estómago. No te podía contestar al teléfono porque me lo lanzaron a un arbusto...

El padre de Yoyo se quedó paralizado por las palabras de su hija y decidió curar a Andrea y luego pedirle una descripción de sus padres.

Andrea, en ese momento, sintió que podía mover la piedra, ya no le pesaba tanto.

- Chicas, ya puedo mover la piedra, no es tan pesada... - dijo con la poca voz que le quedaba, estaba perdiendo mucha sangre.

- Eso será porque se está cumpliendo tu deseo - dijeron Zoe y Cloe contentas.

El padre de Yoyo ayudó a Andrea a salir de aquella colina y, una vez frente al coche de policía, se puso a curarle todas las heridas que tenía.

Andrea estaba contenta, poco a poco se estaba librando de sus padres, poco a poco...

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