Capítulo 16: Ayer

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—¿Cómo fue?

—Extraño.

—¿Extraño bien?

—Sí, pero extraño.

—Es una descripción muy ambigua, Alison.

Fruncí el ceño mientras apartaba unos garbanzos de mi almuerzo.

Leah estaba frente a mí, llevaba su cabello recogido en una linda trenza y una sudadera que sabía solía usar cuando se sentía insegura consigo misma. Tenía días mejores que otros, a veces lograba convencerla para que saliese de su zona de confort y vistiese atuendos más lindos. Sin embargo, otras veces llegaba al instituto con ropa muy ancha buscando la forma de ocultarse. Eso ocurría cuando su madrastra decía algún comentario inapropiado respecto a su imagen, como que había subido de peso o que estaba mostrando demasiada piel, y yo me pasaba el día, de forma discreta, haciéndola sentir más segura consigo misma. Eran frases tan suaves que podían camuflarse bien para que ella no supiese que yo había notado que se vestía así por sus inseguridades (porque eso le generaba aún más inseguridad), pero lo bastante fuertes como para causar un impacto. Cosas simples como "adoro el tono de tu piel, ojalá el mío fuese así", "tus pestañas podrían salir en comerciales de Maybelline si lo quisieras", o algo tan simple como "tus manos son realmente lindas, son como de pianista, elegantes y sofisticadas". Esas pequeñas palabras ella las iba capturando hasta sentirse mejor y a los pocos días volvía a vestir como de costumbre.

Era la hora de almuerzo y Alexander con el resto del equipo de fútbol estaban en algo así como una reunión extraordinaria que había solicitado el entrenador, por lo tanto, junto a Leah estábamos almorzando en la mesa que solíamos ocupar. No habíamos tenido suficiente tiempo para hablar desde que pasó lo que pasó y ella seguía intrigada por conocer más detalles.

—Estuvo bien, en serio, bien, pero el acto en sí es extraño. ¿Nunca lo has pensado? Estar desnuda, sudorosa y nerviosa... No es así como lo pintan las típicas novelas de amor, Leah, es más... real.

—¿Real?

—Los sonidos, las sensaciones, no sé cómo explicarlo.

—¿Te refieres a que no es así como lo describen los libros? Ya sabes, el "y ambos acabamos al mismo tiempo susurrando el nombre del otro" y "fue todo tan perfecto", o mi favorito "junto a él me sentí completa por primera vez".

Solté una risa.

—Eso suena un poco perturbador, ¿no? —murmuré—, ya sabes, la palabra "completa", porque alguien literalmente está "encajando" algo en ti.

—Concuerdo. —Dejó pasar unos segundos en silencio antes de volver a hablar—. ¿Pero sí te dolió?

—Sí, un poco.

Leah dejó su tenedor sobre la mesa y alzó ambos dedos índices, uno frente a otro.

—Solo necesito saber esto, ¿qué tanto? —Y comenzó a distanciarlos indicando cierta longitud.

—Dios, Leah, ¿es en serio?

—Tú dime cuánto, no me detendré hasta que lo digas —masculló mientras seguía alejándolos—. Joder, Ali, ¿es en serio? —No respondí, solo alcé las cejas—. Vale, ¿sabes? Esto es anatómicamente imposible. —Se rindió cuando no le di la respuesta que buscaba.

—Eres muy sucia. —Reí apartando otro garbanzo de mi almuerzo.

—¿Y qué hay de ti? No fue mi boca la que...

—Tengo tanta curiosidad por saber cómo acabarás esa frase, Campbell. —Austin y Josh llegaron a nuestra mesa con sus respectivas bandejas—. ¿Qué sucede, Ali? ¿Qué hizo tu boca?

Alma de acuarelas - PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora