Capítulo cuatro | Charles Thorn

13.8K 841 187
                                    

Skylier

—¿Un...un bar? —Dije algo aturdida.

Grace que venía abrazada de Jake me sonrió de lado.

—¿Tiene algo de malo?

—Lo tiene todo.

Thiago tomó mi mano y me guío hasta una mesa vacía mientras Kyle y Hazel iban atrás de nosotros.

—¿Quieres algo de beber?

—Una piña colada estaría muy bien.

—Claro, ahora vengo.

Asentí, mientras él desaparecía y Kyle iba tras él.

—Sky —Me llamó Hazel, la mire esperando que hablara—¿Te gusta Thiago?

—No, no me gusta —Fruncí las cejas—¿Porqué?

—Al parecer le gustas a él, y vaya si que le gustas.

—Lo dudo, apenas me soporta.

—Del odio al amor hay un solo paso —Movió sus cejas y sonrió.

—No puedo gustarle.

—Bueeeno, yo solo digo que parece, no es un hecho

—Aquí tienes —Me extendió la bebida, la tomé y le dedique una pequeña sonrisa

—Gracias.

—Hoy es día de karaoke —Harriet se sentó a lado de mi—Y tu cantarás conmigo, Sky.

—¿Que? ¡No!

—Cantarás conmigo, he dicho.

Le di un sorbo a mi bebida mientras observaba atenta todo el lugar.

—Ven, vayamos a bailar. —Ashton extendió su mano hacia mi amiga, ella la tomo y ambos desaparecieron de la mesa para caminar directamente a la pista de baile.

Comenzó a sonar una canción de toxic de Britney Spears, Hazel y Grace tomaron mi brazo antes para arrastrarme hasta la pista de baile

—¡Yo no se bailar!

—Si que sabes —Gritó Harriet, que había llegado hasta nuestro lado.

—¿Has dejado abandonado a tu chico?

Ella negó y comenzó a moverse al ritmo de la música, suspiré y me deje llevar por la música, comencé a mover mi cuerpo lentamente, mi cabello se movía de un lado a otro.

Quizás en vez de parecer sexy, estaba siendo el ridículo no tenía dudas de eso, regrese a la mesa y Thiago tenía una pequeña sonrisa de burla.

—¿Te estás riendo de mí?

—¿No sabes bailar, verdad?

—¿Tengo cara de que sepa bailar? No, Thiago, no se bailar. No puedo ser perfecta. Voy por un poco de agua.

Camine hasta el encargado de preparar las bebidas y le dedique una pequeña sonrisa.

—Ey, guapa. ¿Que te sirvo?

Sentí una presencia a mis espaldas pero no le tome importancia.

—Un agua, por favor.

—Claro.

—¿Cantarás conmigo? —Escuché la voz de Thiago a mis espaldas, voltee a verlo.

—¿Me estás siguiendo?

—Te recuerdo que soy tu cita, no te seguiría nomás porqué si, Sky —Él rodó los ojos—Pero si te has dado cuenta estamos en un bar donde hay muchas personas ebrias que querrán sobrepasarse contigo así que mi deber es cuidarte.

Con una nota de amorWhere stories live. Discover now