❥︎Capítulo 24

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No supo el momento exacto en el que sus ojos habían cedido al cansancio y sueño que comenzó a apoderarse de él

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No supo el momento exacto en el que sus ojos habían cedido al cansancio y sueño que comenzó a apoderarse de él. En sus memorias el último recuerdo que tenía presente era haber acomodado su cabeza en el hombro de Midoriya mientras ambos admiraban el amanecer de un nuevo día.

Un momento romántico ante los ojos de cualquiera

Al instante de abrir sus ojos, con decepción y tristeza admiró que se encontraba solo en la habitación. Su lado omega había estado ilusionado ante la idea de encontrar a su alfa recostado a un lado suyo para poder acomodarse entre sus brazos y percibir aquel aroma a chocolate y menta que le fascinaba...y que hasta a él mismo le empezó a gustar.

-Alfa?- llamó su animal interno al de verdes cabellos, entristeciéndose más al no recibir respuesta alguna y al ser incapaz de siquiera de notar su olor cerca.

En verdad deseaba tener su compañía y no sentirse en soledad como en esos instantes. Quería escuchar su voz dándole los buenos días, sentir como acariciaba sus cabellos y entablar las típicas pláticas que solían tener a diario.

Lo extrañaba...

Deseaba tenerlo a su lado pronto..

O al menos eso fue lo que pensó hasta que algo en su mente lo hizo reaccionar, como si un botón hubiera sido presionado en su interior y le hiciera percatarse de sus acciones e ideas.

Un momento...en qué demonios estaba pensando?!

Para este punto supo que de cordura le quedaba muy poco.

¡¿Cómo es que podía tener esa clase de ideas en su cabeza después de todo lo que había pasado?!

Midoriya se entrometió en su vida, acosándolo, causándole problemas, alejándolo de su verdadero alfa, de sus amigos y familia, reteniéndolo en contra de su voluntad para obligarlo a que lo amara bajo el pretexto de que eran destinados, lo marcó a la fuerza, casi lo violó y se aprovechó de su celo como del hecho de que su lado animal toma el control de manera repentina para hacerlo suyo cuantas veces quisiera.

¡¿Y aún así ahora lo quería a su lado?!

¡Era una completa locura!

Si bien es cierto el alfa era atento y dulce con él, le demostraba lo mucho que lo amaba en cada momento mediante diversos detalles, aún así por como se desarrollaron las cosas no era correcto. Sin embargo, una parte de de él (aparte de su segundo género) estaba contento con ello, como si estuviera bien lo que ocurría.

Y eso además de preocuparlo y confundirlo, comenzaba a aterrarlo por lo que aquello implicaba.

¿Acaso ya estaba comenzando a desarrollar síndrome de Estocolmo?

La respuesta era más que evidente pero su omega interno también tenía la culpa de ello al no dejar de susurrarle pensamientos respecto al alfa y sobre lo cuan felices que podrían ser a su lado al formar una familia y tener sus cachorros.

[❥︎Sweet Obssesionఌ︎] Dekutodo/BakutodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora