[❥︎Sweet Obssesionఌ︎] Dekutodo/Bakutodo

❥︎Capítulo 4

El majestuoso sol empezó a brindar su cálida luz por toda la ciudad, marcando de esa forma el inicio de un
nuevo día.

A las seis de la mañana en punto, la alarma de un joven omega empezó a sonar, razón por la que tuvo que estirar su mano para apagar el irritante sonido, permaneciendo todavía adormecido. Como había quedado bastante cansado el día anterior por quedarse entrenando hasta tarde sus quirks en el gimnasio de la UA, lo que menos deseaba era tener que levantarse.

Estaba tan cómodo envuelto entre las sábanas que de ser por él se mantenía de esa manera el resto del día.

Lástima que tuviera que salir a correr y luego a alistarse para salir a clases

De mala gana y con pereza tuvo que irse levantando, estirándose en medio del proceso y abandonando su preciada cama en ese instante. Buscó sus usuales prendas deportivas, colocándoselas todavía estando medio dormido.

Tras ello, salió de su habitación en silencio para no perturbar el sueño de sus demás compañeros y a medida que avanzaba a la salida, empezó a visualizar a lo lejos la silueta de su tan amado alfa que lo esperaba como todas las mañanas.

-Helado de fresa, ¡otra vez tarde!- habló el peli cenizo - ¡A la próxima iré yo mismo a arrastrarte para sacarte de la cama! - le regañó con su usual tono.

Ante eso el bicolor terminó haciendo un puchero - Perdón...es que estaba muy cansado-pasó sus manos por detrás del cuello de Katsuki, acercándose más a él para darle un corto beso en sus labios- Y buenos días Kats-lo nombró con el apodo que le había dado desde la secundaria- Será mejor que empecemos.

Después de eso, ambos salieron del sitio para hacer el debido estiramiento. Tenían que ser cuidadosos para no provocarse lesión alguna que afectara su rendimiento en los entrenamientos y misiones como aspirantes a héroes. Al finalizar esa parte, empezaron a correr por toda la extensión de la UA, haciendo carreras entre ambos, conversando de varios temas y coqueteando de vez en cuando.

No tardaron mucho tiempo en acabar y para ese punto el omega estaba despierto por completo. Volvieron luego de ello para desayunar e ir a sus respectivas habitaciones para empezar a alistarse, siendo recién en medio de ese momento que el joven de ojos dispares se percató que había un regalo sobre su escritorio.

-Mmm...- mencionó pensativo tomándolo entre sus manos y como su curiosidad era grande, lo abrió en poco tiempo, iluminándose sus ojos con tan solo ver el contenido y sonriendo un poco por ello.

¡Era el peluche más hermoso que había visto en su vida!

Cada detalle del gatito le parecía precioso, aparte que con rapidez supo que se basaron en él para hacerlo, por lo que era un objeto único. Pese a que siempre se ha destacado por ser una persona seria y fría, le fue imposible el no resistir las ganas de abrazarlo con cariño.