4. Una nueva Adrienne

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Adrienne Lively:

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Adrienne Lively:

Unas horas después me encuentro con mis amigos Kath y Jay en una cafetería, ya pedimos lo que usualmente ordenamos dentro del establecimiento.

—¡Chicos! No saben cuanto me hacia falta verlos, de verdad me da gusto verlos de nuevo. Mery últimamente ha andado demasiado estricta, mi vida personal pende de un hilo.

—Lo creo, esa mujer anda loca durante estas semanas, haría lo que fuera para torturarte, déjame saber cómo puedo ayudarte.— expresaría Kath dándome un apretón en mi mano por encima de la mesa.

—Gracias Kath, eres mi incondicional.—le diría con una sonrisa, agradecida por siempre apoyarme.

—Chicas, sé que es una sádica notoria, pero también es una modelo con elegancia y gracia.—diría Jay dándole un sorbo a su café.

—No lo puedo creer. ¡La estás defendiendo Jay!—exclamaría Kath fingiendo indignación.

—Sabes, You no es solo una revista. Es un rayo de esperanza para todos los fashionistas del mundo entero.—diría Jay dándole un guiño a Kath

—¿Quieres decir para las personas que viven en Marte?—preguntaría con burla

—¡Basta de hablar de trabajo! hablemos de mi tema favorito actual...—diría Kath dando un suspiro exagerado.

—¿Landon Downey?—preguntaría Jay con una ceja arqueada.

Mis oídos al escuchar ese nombre se despertarían y sentiría un escalofrío por la simple mención de su nombre.

—Oh, cállate Jay que también es tu tema favorito.—le daría una sonrisa traviesa—Que chico tan desconsiderado fue Landon el día de hoy eh.—exclamaría con un gesto desaprobatorio

—¿Desconsiderado?—preguntaría fingiendo desinterés dándole un sorbo a mi frappuccino.

—Intenté hacer contacto visual con él mientras pasábamos el uno al lado del otro, pero fue como si no me hubiera visto en absoluto, pero Dios, oh Dios, ese hombre es increíblemente guapo.

—¿Era porque llevaba esos lentes de sol de motociclista sexy—preguntaría Jay con una mirada de querer comérselo.

—Probablemente, pero una las chicas podemos soñar saben, al tener a un hombre como él a nuestro lado.—diría Kath mirando hacia la ventana de la cafetería.

—Los chicos también podemos soñar, no que él no haya demostrado interés antes no significa que no le guste pedalear la bicicleta al lado contrario.—le contestaría Jay con un asentimiento de cabeza.

—Bueno, es inalcanzable así que eso es todo para nosotros, unos meros mortales que solamente pueden observar.—contestaría de manera rápida.

—Escuché que compró un nuevo departamento hace unos meses, me pregunto en donde vive.—Kath daría un mordisco grande a su pan mientras se pone pensativa.

Una señal del DestinoWhere stories live. Discover now