Capítulo 18

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Sehrazat bufó cuando giró sobre sus talones con un par de libros en la mano y se encontró con la mirada y sonrisa de Onur.

-¿Qué? - le dijo para decir algo.

-Nada... solo te miro... disfruto el paisaje...- dijo y se acomodó en el sillón con los brazos tras la cabeza.

-Podrías ayudarme... para variar...- dijo fingiendo cansancio y algo de fastidio.

-Podría... pero me gusta mirar...- le dijo él y ella sacudió la cabeza- además, no quisiste pagar a una empresa para que mude y acomode tus cosas aquí... yo lo hice y ahora puedo relajarme un poco...- continuó con una sonrisa.

-Pues... eres un perezoso... además, nada estará como yo quiero si lo hace otro... pero bueno, continúa mirando...- dijo y se dirigió a la biblioteca de diseño que tanto le había gustado dos días antes, cuando habían llegado a la casa.

-¿Estás enojada?

-Nah... enojada no, pero estoy agotada y veo que tú estás en tu mejor momento...

-Bien...- dijo él y se puso de pie- ¿en qué quieres que te ayude?

Sehrazat esbozó una sonrisa, era increíblemente fácil convencerlo de lo que ella quería y casi sin argumentos...

-¿Cambiaste de idea?

-Digamos que me inspiraste algo de lástima...- le dijo él y se acercó a ella.

-¿No me digas? - le dijo y entrecerró los ojos cuando él la tomó de la cintura para acercarla a su cuerpo.

-Además, aprecio mi vida y no me gustaría que me lo eches en cara esta noche, cuando intente acariciarte y hacerte el amor...

-¿Esta noche?

-Supongo que dormiremos aquí finalmente...- le dijo él convencido.

-Pero...

-Sehrazat... es nuestra casa, lo más importante para dormir, que es la cama, ya está... el resto podemos acomodarlo... no quiero que sigas más en el hotel... quiero dormir contigo...- le dijo en voz baja, a modo de ruego y ella se dio cuenta de que le sucedía lo mismo que a él, se dejaba convencer con muy poco...

-Mmm... te diré qué haremos... si me ayudas con todas esas cajas... tal vez podamos inaugurar nuestra habitación esta noche...

-¿Tal vez? - se quejó él y ella lanzó una risita.

-Ayúdame...- le dijo y ambos pusieron manos a la obra.

Onur detuvo la tarea de ambos varias veces para besarla, arrinconarla contra la pared o caer con ella en sus brazos en el sillón...

Caía la noche cuando finalmente terminaron y notaron que estaban exhaustos y cubiertos de sudor...

-Creo que iré a ducharme...- dijo ella y él alzó las cejas.

-¿En eso no quieres que te ayude? - le preguntó y ella frunció los labios y sonrió.

-Eso no necesito pedírtelo... ¿verdad? - le dijo y lo tomó de la mano y lo llevó con ella al baño...

Se dieron una ducha juntos y aunque las caricias eran intensas, solo quedaron en eso, como una especie de promesa para su primera noche en su nueva casa...

Fueron a cenar con Kaan y doña Feride y hablaron de otro tema muy importante, a qué escuela iría el niño a partir de ahora...

Kaan se mostró contento de ir a la misma escuela que había ido su padre y cuando se hizo la hora de irse, se había quedado dormido... y estaba algo afiebrado...

Segundas oportunidadesWhere stories live. Discover now