Sus labios rozaron mi mandíbula mientras su mano tiró ligeramente de la camiseta por debajo de mi hombro. Harry pellizcó la piel recién expuesta, haciéndome gemir. Mi cuerpo se congeló cuando una gran mano resbaló por mi cuerpo, peligrosamente cerca de mi entrepierna, pero retrocedí antes de que llegara a tocarme. Los ojos de Harry nunca se apartaban de mi cara. Mi respiración se hizo cada vez más fuerte a la vez que él jugaba cautelosamente con la punta de mis dedos. Éstos se entrelazaron con los suyos, poco a poco tirándome hacia adelante. Harry se sentó en el borde de la cama, mirándome. Agarró mi otra mano, tirando de mí hacia delante hasta que me puso entre sus piernas. Mi pecho subía arriba y abajo rápidamente cuando sentí cómo colocaba una mano alrededor de la parte posterior de mi muslo. Lo levantó, animándome a subir a horcajadas sobre su regazo.
Harry extendió más atrás en la cama. Puse mi mano sobre su pecho para dejarme caer encina de él. Mi contacto se retiró instantáneamente cuando lo vi agarrar la parte inferior de su camiseta. Ésta fue retirada rápidamente por encima de su cabeza antes de tirarla al suelo. Mis ojos se dirigieron de inmediato a la piel ligeramente bronceada de su torso. Di un grito ahogado mientras Harry me agarró de la mano. La llevó hasta su hombro antes de guiarme por encima de su clavícula izquierda.
"Por favor." Suplicó.
La mano de Harry me soltó y me sorprendí a mi misma cuando seguí para tocar su pecho. Sus músculos estaban tonificados, los sentía duros bajo mis dedos suaves. Vi como abrió su boca disfrutando del pellizco que mi índice dio ligeramente a su pezón. Un soplo caliente fue arrancado de su cuerpo mientras mi toque viajó por su delantera. Con cuidado, tracé las líneas definidas en el estómago. Harry no pudo apartar los ojos oscuros de mí en cuanto me sumergí en las curvas. Dejé curiosear a mis dedos, desviándose hacia las líneas V de sus caderas. Pero mi contacto se paró en cuanto llegué a la banda de color negro de sus calzoncillos que sobresalía de la parte superior de sus pantalones vaqueros.
Me quedé inmóvil, seguía sentada en el regazo de Harry mientras él liberaba lentamente el cinturón. El botón se abrió y la cremallera bajaba. Mis ojos se abrieron expectantes. Harry actuó rápidamente mientras yo trataba de alejarme, una de sus grandes manos me cogió la pierna, la otra se deslizó alrededor de mi baja espalda, en un esfuerzo para mantenerme encima de él.
Nos quedamos así durante unos segundos. Mi aliento se cortaba y mis labios temblaban mientras Harry se aceleraba. Me estremecí al notar su tacto por mi espalda, me obligaba a acercarme más a él. Se inclinó hacia delante, con la nariz rozando mi mejilla mientras trataba desesperadamente de conseguir que yo respondiese. Giré la cabeza hacia él, dándole la oportunidad de atrapar mis labios con los suyos.
La mano de Harry desapareció de mi pierna. Un profundo gemido vibró contra mi boca. Me alejé, mis ojos se lanzaron instantáneamente hacia abajo para encontrar los dedos de Harry frotándose la entrepierna. Tenía los ojos cerrados, los movimientos se volvían cada vez más intensos, su boca abierta en señal de placer. No pude detenerme, mis dedos moviéndose cuidadosamente en su cara, rozando sus rizos hacia atrás. Él correspondía mi toque con una pequeña sonrisa apareciendo en su cara.
Nunca lo había visto así. Harry parecía casi vulnerable cuando lo vi apretar la palma hacia abajo. Fue un gran contraste a verlo antes, cuando pegaba tan violentamente a Jake. Ahora Harry estaba gimiendo en silencio, disfrutando del placer a través de su cuerpo. Tal vez fue porque quería sentirme más fuerte, crear un sentido de dominio como el que Harry siempre tenía sobre mí. Por cualquiera que fuese la razón, yo tenía curiosidad de saber cómo me sentiría al ser quien tuviese el control. Sus ojos se abrieron de golpe cuando mis dedos bajaron por los tensos músculos de su estómago. Mi mano temblaba mientras me dirigía al tejido negro revelado por encima sus vaqueros deshechos. Di un grito ahogado cuando su gran mano cayó sobre la mía, animándome. Los ojos de Harry se clavaron en mi cara cuando me enseñó cómo tocarlo. Los movimientos se volvían más fuertes a medida que apreté suavemente, mirando con asombro como las caderas de Harry se sacudieron a mi tacto. Poco tiempo después volvió a mirarme profundamente en los ojos.
