Nos paramos juntos, los brazos de Harry seguían envueltos protectoramente alrededor de mis hombros a través de la espalda mientras observábamos los fuegos artificiales. Los colores eran brillantes, iluminaban el oscuro cielo. Sentí el apretón que me dio con sus brazos mientras me movía dentro de su abrazo, murmurando mi nombre para que estuviese quieta. No había mucho que pudiera hacer con la hiperactividad que el algodón de azúcar me había dado.
Mi visión se dirigió alrededor nuestro. Había muchas parejas jóvenes. Muchos de ellos rodeados en los brazos del otro. Algunos de ellos se estaban robándose besos dulcemente. Las imágenes en frente de mí hicieron que mi mente empezase a dar vueltas, impulsada por el consumo excesivo de azúcar. Pensando en la conversación que había tenido con las chicas, un impulso repentino de energía golpeó a través de mi cuerpo. Mis dedos se apoderaron de su muñeca. Me giré, viendo a un confundido Harry detrás de mí, haciéndonos paso entre las personas que seguían viendo el espectáculo de fuegos artificiales.
Cuando pasamos bajo el letrero del parque de atracciones yo estaba prácticamente corriendo. Harry aceleró para mantenerme el paso. Había montones de coches en el oscuro campo en frente de nosotros. No tenía ni idea de dónde estaba el de Harry.
"¿D-Dónde está el coche?"
"hmm, ahí." Señaló.
De inmediato, me dirigí hacia la dirección que había indicado.
"Bo, ¿está todo bien, te encuentras bien?"
No hice caso a sus preguntas, dejándolo detrás de mí. Me sorprendí incluso a mí misma con mi fuerza e ímpetu recién descubiertos. Tan pronto como llegamos al coche, empujé a Harry contra este. Hizo una mueca antes de que lo bajara al nivel de mi cara, plantando un húmedo beso en su boca. Decir que estaba sorprendido era quedarse corto. Mi mano bajó a su trasero, hurgando en los bolsillos para sacar las llaves.
"Eh, EH" Protestó.
La puerta fue desbloqueada.
"Entra." Di instrucciones.
"Bo, pareces... demasiado hiperactiva". Entrecerró sus ojos ligeramente, moviendo la cabeza.
Resoplé antes de empujarlo hacia el vehículo. Mis piernas iban subiendo, sentándome sobre el regazo de Harry mientras él se colocaba en el lado del conductor. Cerré la puerta detrás de nosotros. La tortuga de peluche fue arrojada a la parte trasera del coche con prisa. Mi mano buscó la palanca, deslizando el asiento ligeramente hacia atrás.
"Bo..."
No le di tiempo a terminar lo que estaba diciendo. Mi boca presionaba con fuerza la suya. Bajé las manos hacia su pecho, rozando su estómago antes de meter la mano a través de sus tejanos. Un gemido grave se escuchó, invadiendo el coche. Me alejé de nuestro ardiente abrazo, mis dedos desesperadamente buscando la hebilla de su cinturón. El simple acto parecía más difícil debido a mi nerviosismo y al subidón de azúcar que estaba causando un impresionante temblor en mis manos. Me frustre, moviéndome un poco hacia atrás para obtener una mejor visión de la hebilla en la menguante luz.
Los dos saltamos cuando la bocina sonó, mi espalda presionando al volante.
"Bo". Rió Harry.
No le hice caso antes de que se apoderara de mis muñecas, apartando mis manos lejos de su entrepierna. Mis cejas descendieron en un ceño mientras me enfocaba en su expresión divertida.
"Bo, cálmate." Él se rió entre dientes.
Mi cabeza cayó sobre su pecho. Retumbando debajo de mí, ya que no podía contener la risa.
