Capitulo 2

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Salí del taxi después de pagar mi parte de la tarifa. Mis amigas se despidieron de mí mientras caminaba hacia la puerta principal de mi casa. Prácticamente me habían interrogado acerca de todo lo que había pasado con Harry. Yo todavía estaba un poco aturdida por lo sucedido.

Una vez dentro de mi habitación, me empecé a quitar los pantalones y los lancé dentro del cesto. Me peiné rápidamente antes de coger el pijama en la cómoda. Me iba quitando la camiseta que había llevado a la fiesta y poniéndome los pantalones de pijama a la vez que entraba en el cuarto de baño. Ya medio dormida, encendí la luz, cogí mi cepillo de dientes y le puse la pasta en la punta. Abrí la boca y empecé a cepillármelos. Aparté todo mi pelo hacia un hombro e incliné la cabeza para evitar mojármelo. La pasta salió de mis labios entreabiertos y cayó en el fregadero. Cuando levanté la mirada, me sorprendí al ver la marca aún dolorida en mi piel, tenía ya toques morados. Me pasé los dedos sobre mi cuello con un poco de agua para aliviarme pero en su lugar el dolor me hizo producir una mueca. Él me había marcado. Me recorrió un escalofrío al acordarme de sus labios sobre mi piel y de cómo su lengua tranquilizó la succión. Sus palabras "Ahora eres mía" hicieron eco a través de mi mente. Traté de sacar a Harry de mis pensamientos, volviendo a centrarme en la limpieza de mis dientes.

Terminé por fin de prepararme antes de ir a la cama y me hundí debajo de las colchas. Mi cabeza rodó hacia un lado y di unas cuantas palmaditas en el edredón hasta que encontré la fuente del zumbido. Sostuve el móvil encima de mi cara. El mensaje era de Harry. Mi corazón se aceleró cuando me obligué a abrir el mensaje.

De: Harry

"Probablemente deberías cerrar las cortinas antes de desnudarte. Pero gracias por el espectáculo, amor. H x"

Salte fuera de la cama en seguida y corrí hacia a la ventana. Me asomé, y mis ojos se fijaron en un gran vehículo negro en el lado opuesto de la carretera. El miedo me sacudió. Harry estaba apoyado en el coche, con los brazos firmemente cruzados sobre el pecho. Incluso en la oscuridad, me di cuenta de que tenía una arrogante sonrisa estampada en la cara. Se volvió a meter en el vehículo, caminando alrededor de este y saltó en el asiento del conductor del otro lado. Antes de darme cuenta, el coche ya había acelerado por la carretera y lo había perdido de vista.

"¿Dónde me he metido?"

"Buenos días, Bo."

Chilló mi madre desde la cocina al oírme bajar por las escaleras. Caminando por el pasillo miré en el espejo colgado en la pared. Tuve que tomar un segundo vistazo al recordar el terrible moretón que habían marcado el día anterior en mi piel. Rápidamente me cubrí el cuello, ocultándolo tras mi pelo largo. Una vez comprobado que estaba escondido, empujé la puerta de la cocina.

"Muy buenos días ..."

Me detuve en seco en seco al ver a una mata de rizos castaños oscuros. Se sentó en el mostrador. Esto no puede estar pasando. Cuando mi madre se giró para darme el desayuno, Harry aprovechó para arrastrar sus ojos verdes por todo mi cuerpo. Me sentí cohibida. Entonces su mirada cayó sobre mi cara.

"Oh Bo, este chico tan guapo estaba afuera, así que le invité a pasar"

Una sonrisa se dibujó en su cara, mostrando unos hoyuelos prominentes y encantadores.

"Hola, Harry." Dije únicamente por obligación y educación.

"¿Qué tal, Bo?" Me guiñó un ojo.

"Mamá, ¿puedo hablar contigo un segundo?" Le dije con los dientes apretados.

Mostré a Harry una sonrisa falsa antes de sacar a mi madre al pasillo. Una vez estuve segura de que no sería capaz de oírnos empecé a hablar.

"¿Por qué le invitas a entrar?" Susurré furiosamente.

Dark (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora