Capítulo 26

146K 9.8K 3.4K
                                    


Capítulo 26. No huyas de mí

Sasha Belova 



8 de enero 2020

No estoy preparada para volver a conversar con mi hermano.

O realmente si, es solo que lo extraño y odio que nos veamos o hablemos por llamadas y seamos dos desconocidos por el tiempo que ha pasado desde que tuvimos una charla normal. En su boda apenas lo felicité y cuando papá murió me abrazó por un par de horas, pero nada más.

Aprieto mis dedos entorno a la solapa de mi abrigo mientras camino entre las mesas de la cafetería, es algo temprano todavía, pero necesito adaptarme al lugar así que estoy llegando minutos antes que él solo para hacer esto, relamo mis labios ocupando una de las mesas del centro del lugar, sin embargo, tiene una excelente vista hacia una de las ventanas que da a la calle.

Estuve muy tentada a cancelarle nuevamente, se supone que nuestra cita era ayer, pero decidí que no tenía ánimos para ello, salí a correr tan temprano como suelo hacer, lo hice hasta que mis piernas ardieron y pensé que podría tener un ataque de asma en medio del parque, lo que significa que estuve corriendo por al menos dos horas con solo pequeñas pausas para no asfixiarme.

Regresé solo para ducharme y volver a salir, anduve un par de horas, primero a casa de Mayka, luego al cementerio, tal vez hubiera sido mejor si podía visitar los restos de papá, pero no es posible, tendría que viajar para eso y nunca lo he hecho, no a visitarlo, simplemente no puedo hacerlo. En la noche me enfrasqué un par de horas en ver una de mis series favoritas hasta que me quedé dormida allí, sin embargo, todavía sentía que debía pensar un poco más.

—Sas...—Alzo la vista y muerdo el interior de mi mejilla ahogando un suspiro mientras me pongo de pies ante mi hermano.

Jared Belova es un ingeniero civil reconocido en Atlanta, desde siempre ha sido reservado, ligeramente calculador, eso es algo que heredó de papá, puedo decir que obtuve la segunda cualidad, pero no la primera, de pequeños y hasta la adolescencia fuimos bastante unidos hasta que decidí irme.

—Hola, Jar—Aprieto mis manos en puños antes de llevar una a mi cabello tocando el nudo de adorno de la diadema que lo mantiene hacia atrás—. ¿Cómo estás?

—Bien ¿Qué tal tu? Lo siento ¿Llegaste hace mucho? —Sacudo la cabeza negando.

—Solo unos minutos—Le resto importancia, él asiente y me mira por varios segundos antes de suspirar abriendo los brazos cuando paso mi peso de un pie al otro, muerdo mi labio inferior evitando una sonrisa antes de acercarme dejando que rodee mis hombros con sus brazos, presiona un beso en mi cabello—. Te extraño, Jar.

—Estoy aquí.

—¿Después de cuántos tiempo evitándome?

—Lo siento, sabes que...—Sacudo la cabeza negando mientras me alejo.

—Quedamos en que olvidarías eso ¿no? —Suspira y pasa una mano por su cabello, castaño similar al mío, sin embargo, un tanto más oscuro.

—¿Y tú? —Tuerzo los labios encogiéndome de hombros y decido sentarme para evitar responder, vuelve a suspirar antes de ocupar el lugar frente a mí.

—No es tan fácil, Jar y ni siquiera se trata de eso, sino de mamá.

—Fue una estupidez...

—Lo fue y si sigo buscándola no es precisamente porque haya cambiado—La chica que había solicitado mi orden hace un rato regresa porque le dije que lo hiciera cuando mi acompañante llegara, pido solo un té, mientras que mi hermano un café y ella se va, debo decir que no parece muy alegre por trabajar hoy.

El motivo de Sasha ✓Where stories live. Discover now