Truly Madly Deeply |18|

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Truly Madly Deeply/Sinceramente Intensamente Profundamente/Vraiment Follement Profondément

De Gambito recuperando sus recuerdos.

El dolor de cabeza hace que me tambalee al intentar pararme, Rogue se apresura a llegar a mi lado y me ayuda a estabilizarme.

Mueve los labios, pero no entiendo lo que dice, ¿estoy dormido, despierto o algo intermedio? Sigue sintiéndose como una intrusión a pesar de que yo he accedido a esto.

Veo a Frost materializarse a nuestro lado, es la que este lugar, mi mente, detecta como enemiga, pero la mano de Rogue sobre la mía me permite dejarla entrar.

Permanecemos en un lugar vacío, todo es negro y la única luz proviene de algún sito por sobre nosotros. La mujer rubia está sudando, las defensas mentales que el difunto Apocalipsis extendió para evitar que los telépatas entraran son fuertes.

—Es de ayuda que estuvieras de acuerdo con nuestra presencia aquí— dice, recuperándose.

Rogue se limita a mantenerme de pie. Es más joven que yo, pero más fuerte.

Siendo sincero conmigo mismo, hago esto por ella. Aunque dijo que la conocí antes de ser Muerte, que nuestra historia fue complicada y sella estaría bien con que no la recordara mientras yo pudiera continuara, se que no es justo para nosotros.

Ahora estoy tonta y locamente enamorado de ella, que fue la primera en tratarme como un igual, a pesar de ese pasado que no logro recordar, pero del que todos me juzgan. Haría cualquier cosa, incluso recordar a quien fue Muerte.

Poco más de un año he tardado, pero, por fin, Emma Frost está aquí para destapar mi mente.

—Tranquilo, cajún— supongo que no me he quedado viendo el vacío por mucho tiempo—. El proceso no duele, es como descorchar una botella.

Me limito a apretar su mano. Veo en sus ojos que es verdad, ella me aceptaría incluso si no nos recuerdo del todo. Por eso tengo que hacerlo, por ella y por mí.

—Vamos, acabemos con esto— Emma suspira.

Algo se acerca a nosotros a la distancia y de repente solo soy yo, parado frente a un cuadro donde las imágenes pasan a gran velocidad.

Apocalipsis, las muertes, mis hermanos mutantes (los siento, lo siento, lo siento), las peleas (aléjate, te hago daño, aléjate) la sangre, los gritos (silencio, silencio, silencio), Muerte.

No más, no más.

Pero...

No más, no más.

Pero hay...

No más, no más.

Pero hay más.

Una casa destartalada, una chica entrelazada a mí, besos robados (días, semanas, meses, años), noches de insomnio y de sueños compartidos.

Risas (oh, como ríe), golpes (no nos lastimemos, por favor no no no), abrazos (este es mi hogar), tranquilidad.

Yo.

Gambito, no Muerte.

Yo, verdadera, profunda y completamente enamorado de ella.

Rogue.

Una Mansión (aquí son ricos, chérie), una familia nueva (ellos nos protegerán), un amor (te amo, te amo, te amo).

Y oscuridad.


—¿Remy?

Su voz me calma de algún modo que no puedo explicar.

Abro los ojos, ansioso de contemplarla y las luces de la enfermería me ciegan por un momento.

Ahí está ella.

—Sí, chérie. Te veo.

Es fuerte, pero las lágrimas caen cuando se abalanza contra mí, escondiendo su rostro en mi cuello.

—¿Bien? —pregunta Frost desde su lugar, de pie al lado de la cama.

Creo que ve la oscuridad de los malos recuerdos en mí, pero el olor de Rogue es tan reconfortante que no me permito pensar en ello.

—Bien.

La sudiste et le voleur [Rogue x Gambit]Where stories live. Discover now